El agua estaba fría y turbia. Esta tarde, mientras dormía, he creído ver la sirena que algunos dicen haberse topado buceando. Se impulsaba con movimientos de aleta, pero su pelo y sus pechos recordaban demasiado a los de una colombiana que trota por el prado frente a mi casa. Es tan sexy que si la soltaran desnuda en Afganistán todos se pararían, hasta la guerra.
Me he despertado de la siesta transpirando por el calor de la habitación. Era un sueño húmedo. Por el sudor, desgraciadamente. Estos días estoy tenso porque me caso y todos me dicen que espere, que hacerlo en el hospital no es nada romántico. Pero estoy enamorado. Ella es muy religiosa y, aunque me desea, no quiere acostarse conmigo sin boda. Yo, harto de magreos y con cierta urgencia, voy a darle ese capricho y luego la llevo de luna de miel en moto.
Espero que para entonces me quiten el braguero, el oxígeno y el gota a gota. Dice que me ama, que no le preocupan ni mi edad, ni mi salud, ni mi dinero. Le gusta hacer las cosas como Dios manda y hoy ha traído un notario porque asegura que es mejor tenerlo todo bien arreglado. La he nombrado heredera universal.
Después han venido sus amigas. Ha dicho que todas trabajan con mucha entrega en el Lions Club, pero, como son extranjeras y pronuncian mal, me ha sonado a Lios Club. Mi novia dice que después de la boda me hará una chupada de muerte y un masaje especial, luego se ha callado porque entraba el cura y sus amigas reían. El sacerdote, escaneando la situación con ojos escrutadores, ha preguntado dudando, Hijos míos, ¿santos óleos? ¿Boda?
¡Coño padre, matrimonio!, he gritado pensando en las promesas de mi novia y soñando ya con el masaje extra.
Aunque cada vez me duele más el pecho. Lo veo todo azul. ¡A ver si palmo ahora que iba a colársela...!
jueves, 23 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
22 comentarios:
Genialidad no es un sustantivo que defina esta entrada, Alfredo... Es más que genialidad. Es... García Francés. Ni más ni menos.
(Es usted una caja de sorpresas, amigo mío. Sopresas de las buenas, obviamente).
Un fuerte abrazo.
Yo creo que esa voz que usted nos ha traído es lo que el abuelito prefiere que oigamos, pero en realidad seguro que sabe bien quien es su novia y que quiere... pero vaya usted a saber los cabrones que tendrá por hijos que le parece más aceptable nombrar de heredera a ésta y a cambio llevarse un último y glorioso polvo.
Joder, qué buen post, D. García ( ejem, de comentar las fotos, me abstengo...ojú).
Cambia usted de estilo como los alisios de dirección.....
Un saludo.
Señor mio, con relatos como este hace que me salga una sonrisa, que carcajearme en la oficina está mal visto y me olvide de la política....
Un saludo veraniego, jefe.
¡¡¡Qué güenísimo niño!!!, Atila no exageraba al calificarle de Maestro. Quiero más!!. Espero que ésto sea el principio de una saga de relatos cortos satíricos.
Los sillones A, G y F mayúscula tiene nuevo dueño!!
Veinte abrazos, 10 besos (castos, sin mariconadas!!) y una humilde prosternación!!
a la rubia lo peor que le podría pasar sería que le gritaron y se cumpliera aquello de
¡vivan a los novios!!
Que viva el agua fría!!!
es un gran post...Pobre abuelo que cree colarsela a la jovenzuela...a ver quien se la cuela a quien...las fotos geniales todas pero tenga usted cuidado de que no le denuncien por un contenido indecoroso...saludos...
me hiciste sonreir y sonrojar .volvere por mas
Jajaj un matrimonio in extremis, lo llamaría yo.
Muy bueno D.García Francés. Traiga más de éstos.
Un abrazo.
D. Rogelio, de verdad, usted me halaga tanto como me sonroja.
Mil gracias por sus palabras, pero me temo que agradece la entrada, no por su mérito, sino porque le tengo aburrido de politiqueos y el cambio le divierte.
Se lo agradezco mucho, admirado amigo mío.
Ay, Dª Bárbara, parece ser que cuando ella le prometió una chupada mortal para después de la boda, eso fue lo que pasó que, en realidad, tanta emoción y trajín al viejito le resultaron letales.
Murió sin catar a la novia.
Es porque en este blog tengo muy buenas comentaristas de las que aprender, Dª Menda. Me alegra haberla entretenido, Doñita.
D. Upeydista, no sabe cómo celebro que alguien de su partido se ría con mis entradas.
También le deseo buen verano, amigo mío.
D. Atila, su Majestad es muy generoso con este bardo siervo suyo.
Por la cuenta que me tiene, le prometo alguna otra historia en esta línea.
Pero la siguiente que cuelgue se retroalimentará de las experiencias de ustedes. Abrazos, amigo mío.
Dª Beatriz, la rubia era un putón nada bien.
En nuestro pueblo, usted lo sabe, esas cosas no pasan. Jamás.
Sabe que me alegra tenerla cerca, Doña.
Pues si viera a la colombiana trotando por el prado frente a mi casa, no sé que gritaría usted, D. Supersalvajuan.
Ayer, se acercó a la valla eléctrica que rodea los prados y me acerqué para ver qué quería, me pidió un vaso de agua... ains, ¡estoy enamorado...!
Espero que mo me denuncien por guarro, D. Alijodos, toda una vida de recato para acabar humillado ante la opinión pública. ¡Qué vergüenza!
Gracias por sus palabras, amigo mío, me encanta que le divierta la vida tal como es...
Gracias por visitar mi blog y dejar en él su tarjeta de visita, Dª Recomenzar.
A mí en realidad, me importa poco la depilación, porque los que de verdad me gustan son los peces, bueno, miento. Las sirenas.
Un saludo muy cordial para los colegas del Nuevo Herald, querida amiga.
Y muy en especial para mi querida Doctora Uva de Aragón, Olga Connor, Ana Remos, el maestro Enrique Córdoba, el matrimonio Gabriel y María Márquez, Claudia de Bardasano, Rosita Inguanzo, y a mi gente de Key Bizcaine y de la calle 8ª.
Hasta siempre, querida amiga.
Todos, cualquiera de sus deseos, son órdenes ineludibles para mí, Dª Eva.
Se hará según su gusto. Un abrazo, amiga mía.
PUES SE ME HA QUEDADO LA BOCA ABIERTA CON UNA ENORME SONRISA QUERIDO MAESTRO.
GRACIAS GRACIAS GRACIAS
Y ASÍ COMO VA LA COSA DE AMOR TENGO TRIPTICO QUE SI DIOS QUIERE COLOCARÉ HOY O MAÑANA,PUES HAY QUE REPASAR AÚN
GRACIAS MAESTRO Y QUEDA USTED ABRAZAO
Espero lo suyo, amigo mío. Seguro que nos nos defrauda en absoluta. Más bien, como siempre, nos dejará boquiabiertos. Abrazos.
Publicar un comentario