Desnucadero. Sí, ya sé que la palabrita no figura en el DRAE pero, en mi Colombia querida, es muy popular. Les doy la definición: Dícese, en general, de cualquier sitio apto para tener una relación sexual. Ejemplos de desnucadero son un motel, el apartamento propio o de algún conocido, e incluso un baño o un auto.
Es decir, cualquier lugar donde el ansia de fundirse en otro ser humano le conduzca a uno, entendiéndose que, por la consabida urgencia, prima la consumación antes que el romanticismo del ambiente. También se les denomina así porque, con las lógicas prisas, suele el varón abalanzarse sobre la hembra con tanto ímpetu que hace que ésta, en caso de que lo hubiera, rebote de espaldas sobre el colchón produciendo sensación de rotura de vértebras. De ahí lo de desnucadero.
Hoy me gustaría compartir con ustedes sus y mis desnucaderos. Es decir, NO el lugar más insólito donde lo han hecho, SINO, el peor de todos ellos. Les doy ejemplos de situaciones delicadas para mí sólo para infundirles confianza. Luego, el que fue mi peor desnucadero, mi sitio más cutre.
Comienzo. A la vuelta de un fin de semana en Biarritz, hace cuarente años, a mi querida Laila y a mí nos sorprendió un apretón de deseo. No es que no hubiéramos amortizado la chambre d’hotel sino que teníamos 20 años y unas ganitas inagotables. Paré en el arcén de la autopista y allí nos sorprendieron los gendarmes haciendo el amor apasionadamente.
“¿Qué hacen ustedes aquí?”, preguntó atónito el policía, sin lograr apartar los ojos de los cántaros de miel que eran los pechos desnudos de mi amiga, un prodigioso ejemplo de mestizaje entre aldeana vasca y rifeño de la guardia de Franco. “¿Mirar el mapa?”, respondí yo inseguro, subiéndome el pantalón. “Es que, de pronto, nos ha dado calorcito”, añadió Laila sincera, acariciándose la redonda barriguita. “Ils sont fous ces espagnols”, dijo uno de los gendarmes, “Váyanse, alors, en Francia no se puede joder en la autopista. C’est dangereux.”
Otro día llevaba en mi coche unos panfletos y a Lola. Era durante la dictadura y que te detuvieran con ellos suponía 20 años de trena. La cita falló y para respetar la seguridad conduje hasta la playa. Con los nervios nos engorilamos y comenzamos a empujar con la furia y desesperación que da el miedo. En ello estábamos cuando llegó la Guardia Civil. “Documentación”, dijo la voz tras la linterna clavada en la piel desnuda de mi amiga.
Y Dios, que no abandona ni a los pajarillos del campo, vino misericordioso en mi ayuda. “Mire, es que estoy discutiendo con mi novia”, dije acalorado, “porque dice que quiere dejarme y yo estoy enamorado de ella...” “Bueno, acaben, vístanse y acompañe a casa a la señorita” respondió, apagando la luz, antes de añadir, “y, arréglenlo allí, sin escándalos”. Bendito guardia civil, cuántas veces he pensado en tí, deseando poder agradecerte que no te ensañaras con nosotros.
El peor sitio, el desnucadero, fue un montaña de serrín, donde una chica me abrió sus muslos para que conociera hembra. Inexperto y ávido, no encontraba el camino, resbalaba en tan desconocidas humedades y me lastimaba contra la viruta. Se apiadó ella y, para limpiarme, me sopló allí aire helado con perfume a chicle de menta y, después, con sus manitas me guió dentro de sí. El resto, mi primera vez, fue decepcionante. Puedo contarlo porque hace tiempo que ha prescrito. Anímense ustedes ahora.
47 comentarios:
Me voy animar, pero sólo la puntita, Sr Francés, ya que esto forma parte del próximo relato-post, el cuarto de la serie. Pues por inaudito que parezca, fue en la biblioteca del cura, pero no en un sofá, sino en un receptáculo del tamaño de un ataud, que se practicaba al empujar ciertos falsos libros y que el buen cura tenía habilitado para esconder rojos y evitarles el paseillo. Hasta allí me arrastró con sus buenas artes la pilluela. Al principio me costó, pensando en que ese mismo sitio habría estado escondido sin duda mi abuelo..pero después todo fue...como contaré alguna vez.
Don Alfredo.
Por favor, prosiga con estos alardes literarios que nos alegramn el descanso.
(Esta serie dedicada a Santa Úrsula, es ya un clásico).
Un fuerte abrazo, amigo.
Ay D. Alfredo.. Vaya cosas se le ocurren!!!
Mire que no esta bien que las damas tratemos en público estos asuntos. Pero dado que me cae usted estupendamente, pasaré por alto la restricción y aunque no me pare en los detalles, si me extenderé en la parte anecdótica de la situación.
Verá usted, me encontraba yo por aquel entonces emparejada con cierto Sr. personaje público para más señas al que esa misma noche hacían entrega de un galardón. Arreglada para tal evento me presenté en su despacho tal y como habiamos convenido para que el coche nos recogiera a la vez y ganar tiempo. Puede que la emoción del momento despertara sus instintos, o quizás el morbo de hacerlo en mesa del jefe supremo, o para que negarlo, que esa noche estaba yo con el guapo subido, el caso es que una cosa llevo a la otra y acabamos consumando y consumiéndonos en la pasión del momento. Una vez saciadas las ansias, como caballero que era me cedió el baño privado de su despacho mientras el fumaba un cigarrillo. Tras una rápida ducha y una vez recompuesta la imagen salí en busca de mi pareja, que estaba haciendo otro tanto en uno de los baños de sus empleados. Esperándolo bajo el quicio de la puerta por si se desataba la ira de Dios, le ví aparecer en la recepción tal y como vino al mundo.
-Si te vieran tus empleados ahora te perdían el respeto- se me ocurrió decirle.
Su yo más exhibicionista saltó al oir esas palabras y comenzó a dedicarme desde donde estaba todo un show digno de cualquier boy que se precie. Tras algunos minutos en los que me permití deisfrutar en todos los sentidos del espectáculo, le comenté que era una lástima no tener una cámara para inmortalizar el sublime momento.Entonces recordé y sin más le hice mi petición
- Mi vida, por qué no llamas a los de seguridad y les dices que cuando terminen de reirse me envíen, por favor una copia de lo que ha grabado la cámara que te está enfocando a casa para tener un recuerdo completo de este momento. En fín D. Alfredo, que le voy a contar la cara de mi por entonces media naranja se convirtió en un poema digno de inmortalizar.
Un cordial saludo
Serrín para todos.
Señor Alfredo, un complicado tema me propone hoy para esta amnesia que de vez en cuando se obstina en ser mi compañera. En su honor haré un esfuerzo y es que esto de montar en bicicleta, en mi vivir por aquella época donde sin maestro, y a escondidas aprendí a bajar cuestas y cimas, me caí derribada multitud de veces sin dejar de insistir en dominar semejante instrumento. Cuando ya no tenía misterio para mi inquietud el dominio de ese vehículo, me eclipsé en la sofisticación de la divina moto, y en esas me halló con una persistencia tenaz, por no ser desintegrada en la velocidad que es capaz de alcanzar y es que ya me lo decía mi abuela;
_Niña, como tu caminar, a pasitos cortos, extasiándote en la belleza del paisaje, que se deje la prisa de engañarte, puesto que llegaras demasiado pronto, y nada en tu memoria será digno de mención, ya que en la aceleración, se te escapara el detalle_
Que su día, con nieve, con lluvia, o con sol, sin dejar de lado al viento, que ya sabe usted, que vapulea los cimientos, acaben con la audacia de su buen humor y siga montando en bicicleta, sin derribos y disfrutando la llanura, la subida de las cuestas y no se despeñe en la bajada, que en el valle, se relajaran sus sentidos en la belleza de tantos horizontes bebidos y así tendrá un divino poema, que contarle a sus descendientes….
Besos
Desnucadero”: hermosa lengua ésta nuestra que nos permite nombrarnos más allá de donde no llega el diccionario, allí justamente donde se forjan esos estremecimientos que reclaman ser nombrados en voz alto, tal como Ud. ha hecho, con el preciso descaro de la poesía.
Desnucarse amigo es una tentación constante y como tal de difícil catalogación, no obstante me pesan siempre en la memoria aquellos en los que embriagados de urgencia me extravié en la desatención y me fui antes de llegar ambos a buen puerto. De ese egoísmo involuntario reniego y lo nombro no como el peor sitios en que lo he hecho sino como las veces que peor lo he hecho, porque es verdad que en este enigmática piromancía no siempre se consume a un tiempo la llama a descifrar, pero hay al menos tiempo para reparar el roto y retomar la fascinación en esa otra que arde leve sobre la piel pero que se te clava profunda en el alma, hablo de la ternura.
Al margen de mis culpas, acuso de incordio a aquellos que ofician el rito de la pasión a través de la contemplación, aquellos que median sin opinar, aquellos que no buscan ser testigos sino autores, en una palabra, aquellos que se “despollan” mientras otros se desnucan y desmiembran de la mano de la pasión, voyeur les llaman, mirones son y sepa Ud. que verdad es que no follan pero no vea lo que joden.
La delicia de buscarse y encontrarse suple al fin los desconsuelos e invita a reinventarse en la esperanza de retomarnos en aquellos muchos otros en los que la armonía dignifico al medio a través del placentero fin.
En una palabra que mi mejor virtud es alimentar la ocasión de volver a intentarlo.
Reciba un fraternal abrazo.
Mi primera vez? en casa y fue de puta pena...asi que nada no doy mas detalles...un abrazo amigo...
Tenía a Dña I am por una mujer cabal...
Ahora veo que estaba equivocado en mis apreciaciones...es más cabal de lo que pensaba!
Vaya temita nos ha propuesto hoy, don García. Suscribo lo dicho por i am y yo también me animo, aunque leido lo escrito no puedo decir que lo mío fuera tan espectacular.
Nos hallábamos el que sería mi marido y yo en un cuatro latas (su coche de entonces, un renault cuatro) en un lugar al que muchas parejas iban a darse mimitos, aunque por aquel entonces se podría decir que era exclusivo nuestro. Cuando estábamos en mitad de la faena, yo creí oir unas risitas, pero levanté la vista y no vi a nadie, por lo que continuamos con la labor(me ahorro los detalles para no dar envidia a nadie, jejeje).
Una vez terminamos, nos disponíamos a pasar a los asientos delanteros del coche, cuando, fuera, volví a oir las risitas. Esta vez me parecieron claras y miré hacia atrás. Era de noche, y, a unos treinta metros vi la luz anaranjada de dos colillas siendo fumadas. Toda la sangre de mi cuerpo se fue a mi cara, y aún hoy en día, espero que alguien me comente lo bien que se nos daba a mi novio y a mi el tema. Estaba claro que nos habían visto.
Jope, ya ha llovido desde aquello...
Saludos.
Los bilbaínos somos púdicos cual colegialas, (colegialas de antes, no esas nínfulas salidas de ahora). Lo que pasa es que mi convillano don Alfredo se fue joven por esos mundos, y claro... se echó a perder.
Me remitiré a las palabras de uno de mis poetas de cabecera: Angel González
INVENTARIO DE LUGARES PROPICIOS AL AMOR
Son pocos.
La primavera está muy prestigiada, pero
es mejor el verano.
Y también esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
ya de por sí amarillas como plátanos.
El invierno elimina muchos sitios:
quicios de puertas orientadas al norte,
orillas de los ríos,
bancos públicos.
Los contrafuertes exteriores
de las viejas iglesias
dejan a veces huecos
utilizables aunque caiga nieve. Pero desengañémonos: las bajas
temperaturas y los vientos húmedos
lo dificultan todo.
Las ordenanzas, además, proscriben
la caricia (con exenciones
para determinadas zonas epidérmicas
-sin interés alguno-
en niños, perros y otros animales)
y el «no tocar, peligro de ignominia»
puede leerse en miles de miradas.
¿A dónde huir, entonces?
Por todas partes ojos bizcos,
córneas torturadas,
implacables pupilas,
retinas reticentes,
vigilan, desconfían, amenazan.
Queda quizá el recurso de andar solo,
de vaciar el alma de ternura
y llenarla de hastío e indiferencia,
en este tiempo hostil, propicio al odio.
Bueno, que no se diga.
Añadiré al tema unos versos de mi cosecha:
La juventud se apura,
le pueden la impaciencia y la premura.
No está para cautelas
ni está por los adornos:
consuma la pasión en el momento,
consume al natural, sin condimento.
Menú para estudiantes: rico plato
de siempre, aquí te pillo, aquí te mato.
Frente a la juventud apresurada,
la madurez es cauta.
(Extraño, pues el tiempo -que sobraba-
es justo lo que falta).
Bueno la mia desde luego en una montaña de serrín como que no, jaja.. muy mullido se debia de estar, aunque entre tanta viruta dudo que se encontrara mucho donde tocar
Yo es que soy de aldea sabe usted!
... el resto con un poco de imaginacion se puede deducir.
Para desnucaderos aquellas cabinas de teléfono empapeladas de publicidad y ubicadas en los sitios más insospechados. No pienso dar más detalles.
Orgggg, ay que ver que encuentra uno un cabo sueltito de la memoria y comienza a tirar, y la que deslía.....
Se celebraba el I Congreso de Escuelas de Trabajo Social, y nosotras, alumnas de 1º, vivíamos aquellos encuentros con verdadera excitación académica.
Un importante escritor y periodista nos había ofrecido alojamiento a través de los padres de mi amiga, María. Antes de irnos, sus padres creyeron oportuno darme algunoos consejos porque aunque me querían y no tenían duda de mi bondad y mi excelente rendimiento académico, observaban que mi conducta y mis modales eran "algo asalvajados".
Cuida detalles como eliminar pelos de la ducha cuando termines, obedecer las horas de salida y de entrada, ser muy prudentes....
Y entre la ponencia de intervención en crisis y la de counselling empecé a sentir una atracción incontrolable por un catalán del último curso.
Y mientras comenzaba la sesion de tarde, el catalancito me acompañó a recoger una chaqueta a aquel museo de la cultura en la calle Ibiza que era el piso de nuestro amable anfitrión. Íbamos hablando de un original de mano de Miguel Hernández que tenía en la pared, y sin pensarlo dos veces quise enseñárselo.
No pudo ser, la sangre hirvió y embotó nuestro juicio, y allí en la impresionante terraza con vistas del madrid más castizo bajé a que su pene no se olvidara nunca de mi linda boquita.
El escritor de prestigio entró en su piso como una sombra, sigiloso, y no se me olvida la cara de pasmo y decepción al encontrarme en tan delicada posición........
Nunca se lo contó a los padres de mi amiga, pero no he pasado mayor vergüenza en mi vida.
Mi primera vez tuvo lugar de pie, contra un espigón de la playa de Riazor (La Coruña) y lloviendo. Así de recios somos los norteños.
¿No es para llorar?
Yo, D. Alfredo, quiero participar con unos versos asépticos. Espero que sean de su agrado y del de los visitantes.
¿Quién no contempló alguna vez las estrellas acompañado de la persona querida?
Este poema se basa en ese momento tonto del amor por el que pasaron alguna vez las parejas de antes. Ahora, creo que ya no hay estrellas:
AMOR SIDERAL
Yo fui joven y supe aprovechar bien la palabra.
Mirando al cielo en noches despejadas,
mientras la acariciaba, le decía:
Amor:
no está lejos la estrella,
la estrella está en su sitio,
somos nosotros los lejanos,
los perdidos.
Sin estrellas, de nada ha de servir el GPS.
Sólo la latitud y la longitud del punto efímero
que marcan las estrellas
mide la magnitud del casual encuentro
que da paso al amor de los que sueñan.
Tanto se me arrebolaba
que seguí acariciándola como si tal cosa.
¡Qué golfas son a veces las mujeres!
Y ¡qué tontos los hombres!
Hoy… aunque falten palabras…
nos unen las caricias
y los besos.
Un abrazo.
Ufff...D.Alfredo...Me queda un poco lejos esa primera vez, y la verdad, no quiero recordarla...NO fue muy buena...
Muchos besitos D.Alfredo.
Don Alfredo, una gran entrada y un rotundo éxito; aquí en el lugar, como ya le dijo Monsieur, somos aparentemente puritanos, si bien nos jode una diputada que es capaz de presentar doce estudios unánimes y no sonrojarse.
Salud
Desde mi blog: Reflexiones al desnudo
Sonrío por el término "desnucadero", un conocido de la familia lo utilizaba de manera simpática.
Una entrada donde has puesto a la mayoría a "desnudarse" en tu espacio. El tema es candente y nos devuelve a lo vivido con cierto sentido del humor que encanta. Yo recuerdo en la oficina, sobre el escritorio y otra en la sección de empaque de la fábrica de mi ex-novio. Cuando las ganas se funden y el caballero es a tu estilo, decidido, todo es posible.
Te abrazo apreciado Alfredo!!
P.D.: Tu libro me he quedado sin leerlo, no me lo han pasado. ¿Dónde lo puedo conseguir?
Se me olvidó decirte que el último caso que nos contaste fue muy especial, tanto por el lugar como por tu virginidad e inexperiencia.
Hugs again!
Desde mi blog: Reflexiones al desnudo
D. César, siiiiii, la puntita nada más.
Inmejorable lo suyo del santo varón que era aquel cura salvapersonas con su nicho protector.
Pero, me faltan importantes datos para la mejor comprensión de la situa. ¿Quién era la pilluela? ¿Había descubierto el lugar por casualidad?
Un abrazo, amigo mío.
D. Rogelio, gracias por el ánimo, intentaré seguir mientras el ingenio ayude y la política sea un refugio de cobardes sin interés.
Aunque usted sabe que yo entro a ambos trapos una y otra vez, con codicia.
Un abrazo bien apretado, amigo mío.
Dª I'am, le agradezco su confianza porque me encantan las señoras que sin dejar de serlo, SÍ tratan estos temas sin rubor alguno. Usted tiene esa clase.
La historia del despacho es muy, muy, muy divertida y los lógicos nervios ante algún evento son excusas que ponen los chicos para lograr lo que se conoce como "uno rapidito para relajarnos". Es decir, un metesaca sin charla final. Aunque su belleza, amiga, seguro que contribuyó a encender al funcionario rijoso.
Por lo exhibicionista me recuerda al inolvidable Sr. Roldán y sus estrafalarios gayumbos. Por favor, dígame que me equivoco, aunque estoy seguro de que tiene usted demasiado estilo.
Lo mejor de la historia es apreciar sus nervios de acero, su frialdad de bisturí, haciendo la petición del comprometido video. Me encanta usted, tiene alma de sicaria. ¿Le interesa un trabajito?
Abrazos muy grandes, Doña.
Aunque no sea digno de que entre en mi casa, leyendo el post "Breve resumen de lo publicado" sabrá quién es la mozuela..disculpe los fallos gramáticales, pero escribo al dictado de mis pensamientos, apenas corrijo, salvo las posibles faltas de ortografía...
Que no nos falte de nada, D. Supersalvajuan.
Dª Antonia, lo suyo no es amnesia, es memoria selectiva, que es mucho mejor. Y aquí ha seleccionado, bicicletas y motos, en idílica metáfora.
Pero, la pregunta era, ¿Cual fue el sitio más cutre donde usted lo hizo. Rebusqyue en su memoria y si lo recuerda, comparta, amiga, comparta.
En su honor haré un esfuerzo y es que esto de montar en bicicleta, en mi vivir por aquella época donde sin maestro, y a escondidas aprendí a bajar cuestas y cimas, me caí derribada multitud de veces sin dejar de insistir en dominar semejante instrumento. Cuando ya no tenía misterio para mi inquietud el dominio de ese vehículo, me eclipsé en la sofisticación de la divina moto, y en esas me halló con una persistencia tenaz, por no ser desintegrada en la velocidad que es capaz de alcanzar y es que ya me lo decía mi abuela;
_Niña, como tu caminar, a pasitos cortos, extasiándote en la belleza del paisaje, que se deje la prisa de engañarte, puesto que llegaras demasiado pronto, y nada en tu memoria será digno de mención, ya que en la aceleración, se te escapara el detalle_
Que su día, con nieve, con lluvia, o con sol, sin dejar de lado al viento, que ya sabe usted, que vapulea los cimientos, acaben con la audacia de su buen humor y siga montando en bicicleta, sin derribos y disfrutando la llanura, la subida de las cuestas y no se despeñe en la bajada, que en el valle, se relajaran sus sentidos en la belleza de tantos horizontes bebidos y así tendrá un divino poema, que contarle a sus descendientes….
D. José Alfonso: desnucadero es una de las bellas palabras colombianas que aqui desconocemos. Celebro que le haya gustado.
Dice usted bien, todos deseamos desnucarnos, yo glotonamente buscando resposar la cabeza en unos senos generosos. Excelente desnucadero, ¿no cree usted?
De su urgentes e inoportuna riada ni lo recordemos, seguro que hace mucho que embalsó sus fluídos y ya sólo acuden cuando usted manda abrir la compuerta.
Mis mejores abrazos, amigo mío.
D. Alijodos, lamento haber reavivado tan malos recuerdos pero, si le sirve de consuelo, del serrín salí con la polla destrozada. Para olvidar, amigo mío.
Dª Eva, gracias por compartir estas cositas tan íntimas.
Coches, lugares apartados, el despertar de España a la automoción sexual.
Respecto a los mirones, ¿está segura de que la primera vez que rieron no le dio morbo saber que la miraban y decidió continuar?
Saberse observado hay veces que excita tanto como mirar clandestinamente. Por eso existen sitios donde va la gente que desea ser contemplada en tan ricos entretenimientos.
Incluso hay mirones que, educadamente, se acercan y preguntan si pueden participar. Pero esto es otro tema.
De todas maneras, me hubiera encantado verles a ustedes en acción. Saludos, Doña, y recuerde esos recuerdos.
Monsieur, usted, aún en medio de la orgía, logra hacer una pausa para la nota culta. Es de agradecer.
Es verdad, mon cher, que viajar ilustra y que viajar "empujando" un poquito aquí y otro poquito allá, educa aún más.
Le adjunto anécdota. Una vez tuve la suerte de que una bellísima mujer, bailarina del Ballet Imperial de Japón, se dignara desearme. Yo era un crío y mi asombro fue inmenso cuando ella, agradecía sus orgasmos exclamando lánguida, dòmo arigatô gozai-masu. Muchas gracias.
Desde entonces, aprendi a agradecer las caricias y, siempre, doy las gracias por el placer que me regalan. ¿Qué menos, verdad?
Respecto a D. Ángel González, recuerdo que aquellos que le lisonjeaban lo que de verdad intentaba era tirarse a su juvenil esposa, una alumna suya, flamante como una manzana de Arkansas. No se fíe nunca de los aduladores que rondan a los poetas, amigo mío.
Respecto a su otro comentario sobre la juventud rauda y le madurez serena, perdone pero, no estoy muy de acuerdo.
Recuerde la canción de los llanos de Venezuela, antes de Cávez:
El potro da tiempo al tiempo porque le sobra la edad,
caballo viejo no puede perder la flor que le da,
porque despues de esta vida, no hay otra oportunidad.
Le quiero, amigo, aunque sea usted el mejor poeta del mundo. (ojo, recuerde. Le estoy adulando)
Dª Capri, las aldeas y las aldeanas, siempre han dado mucho juego erótico.
Recuerde usted la vaquera de la Finojosa del Marqués de Santillana y "la fembra placentera, serrana, fermosa, loçana e bien colorada", del Arcipreste de Hita.
Unnos abrazos afectuosos, Dª Discreta.
Cierto, D. Necronomicón, recuerdo una muy segura, en la calle Serrano, frente a la Emabaja de los EEUU. Que buen recuerdo. Acertó usted, amigo mío.
Dª Nazaríes, bajao esa falsa apariencia de severa funcionaria internacional debe, estoy seguro, esconderse un "torpedo sexual".
Mire, todavía no he parado de reirme, con su enamorado el cateto y su delicada solicitud para que le aliviara usted con sus manitas.
No comprendo como aguantó sin rendirse ante esos tiernos "venacapacá" que voy a jaserte mía. O el aún más dulce, "ANDA QUILLA,
DESUELLAME LA OVEJA", que no entendí hasta leer su acotación sobre la jerga local. Paja, porque lo que reclamaba ansioso el gañán era un simple paja consoladora.
Qué dureza de corazón la suya, no accediendo, qurida amiga. Y eso que estaba usted "estremecía". Pobre gañán y pobre de la aveja que agarrara cuando la dejó a usted en casa.
Hace usted bien, como Mariah Carey, el sexo por teléfono es delicioso, excitante, y si tiene línea gratis resulta lo más barato. Todo Hollywood está "colgado". Ya nos contará, amiga mía.
Pobre cateto, ¡ni una pajilla!!!!
Coño, Dª Bárbara, ya de jovencita su fama le precedía y alarmaba a sus mayores. Que rica.
Fama por otra parte merecida porque, sin dudarlo un instante, se llevó usted, no al huerto, pero sí a la terraza, al nada tímido catalán.
Terraza de la calle Ibiza que, por cierto, no me extrañaría haber visitado para alguna copa nocturna.
El original no le enseñaría, no, pero dudo que el joven, pantalones en los tobillos, olvidara jamás esa chupada, arte del que usted parece deleitarse y ser buena ejecutora.
Pero, no tema, amiga mía, la decepción del maestro sería más bien envidia por no haber sabido ocupar el lugar del catalán que arremetía contra su boca. Lamente más bien que la irrupción le vedara a usted el orgasmo bienhechor merecido por su osadía.
Como siempre, sus historias, no decepcionan, Doña. Magnífica. Merece usted un premio. Elija.
Sí es para llorar, D. Subterráneo, pero que se le va a hacer, lo da el Norte.
También mis erosiones de tercer grado en el serrín fueron producto de la mala suerte sexual de los norteños.
Un abrazo, amigo.
D. Javier, todo cristiano tiene sus truquitos.
Cuántos atardeceres he esperado en las dunas de Santi Petri, con alguna joven romántica, a la que mientras aguardábamos para ver el Rayo Verde a la puesta del sol, no le confesaba que, después, mi intención era colársela.
Abrazos, amigo mío.
Dª Ana, en realidad no se trataba de la primera vez, sino del peor de los lugares donde lo hizo.
Pero, ya veo que es usted mi timida sirena favorita. Abrazos, querida amiga.
D. Rubin, eso son las cosas del paisito. Ni puto caso o llorará usted todo el tiempo, ora por la diputada, ora por las otras putadas.
Gracias por sus palabras de ánimo, amigo, me alegro de que éstas entradas le hayan entretenido un rato.
Un abrazo enorme, amigo mío.
Mi queridísima Dª Lully, cuantas lindas palabras colombianas, seducen aqui en España. Yo utilizo unas cuantas de nuestra jerga y soy feliz descifrándolas cuando acá, en Madrid, me preguntan: ¡Que bonita palabra, ¿qué quiere decir?
Desnudos, relajados y mirando el pasado con ironía. Riéndonos de nosotros mismos. Y, en mi caso por novato, causándome erosiones de tercer grado en el miembro ya que al empujar sólo encontraba serrin.
Hubiera dado dinero por mirarla a través de una rendija haciéndolo en la sección de empaque con su exnovio. No por lujuria, sino por la admiración que le tengo, Doña.
Respecto al libro, debe usted pedir que se lo consigan en su libreria habitual. Y, si no lo logra así, pida informacion sobre puntos de venta de la novela "Balas de Carmín" a:
Editorial Oveja Negra
Carrera 14 Nº 79-17
Bogotá DC
Colombia
editovejanegra@yahoo.es
571 530 9678
Mi cariño para usted, amiga mía.
Jaja!!!!!
No me tire de la lengua D. Alfredo que podría usted asutarse de lo que da de sí la aldea y sus recovecos, hasta algún que otro insecto picarón que como voyeur se mete el lugares impúdicos y no mencionables para una Sra Discreta
jeje
Qué bonito todo, don Alfredo. El tema y las intervenciones.
D. Benjamín, que alegría saludarle.
Ya ve usted, amigo mío, me precio de mantener en el blog un alto nivel intelectual, ensayo y análisis, fundamentalmente.
Con todo mi afecto, amigo.
Dª Capri, es usted malvada, promete mucho... y CUMPLE poquito... un abrazo, amiga.
Hola Alfredo,
Me gustó mucho leer la forma en que enriqueciste el concepto de desnucadero: generalmente la utiliza el hombre para decir que "desnucó" a la mujer, gracias a ti ahora también vale "desnucarse", un giro maravilloso que nos ayuda a curarnos de nuestro machismo.
Hablando de sitios, un bogotanismo: el Mirador de La Calera se conoce popularmente como el Tirador de La Calera, porque como seguramente sabrás, los colombianos no follamos, tiramos.
Y una pequeña historia sobre el peor lugar: mi habitación contigua a la de mis padres con una novia cantante de ópera. Sus orgasmos eran arias "allegro e molto vivace", con una técnica respiratoria capaz de llegar hasta el último rincón del Teatro Colón. Cuando le pedí que por favor interpretara algo más íntimo, soto voce si le era posible, me pidió que no fuera cruel ni cohartara su libertad de expresión.
A la mañana siguiente aprendí dos cosas del discurso de mi padre: la primera, la palabra "himeneo" que jamás había escuchado hasta entonces: "¿Cree que todos tenemos que ser conscientes de sus himeneos?". La segunda, que tenía que buscar sitios mucho más lejanos de la habitación de mis padres, al menos mientras estuviera ennoviado con una soprano. Este fue un gran estímulo a la imaginación, gracias papá.
Un abrazo,
Daniel
http://utopica.equinoxio.org
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