El Sr. Marías, buscando nuevamente una boutade para titulares, vuelve a escupir sobre unos cuantos españoles. Algunos, no creyentes como yo que, sin embargo, adoro las mantillas negras, el olor a incienso, el silencio sobrecogedor, las saetas desgarradoras y estremecerme viendo pasar al Cristo en el madero. Los otros, fieles católicos que siguen las procesiones con religiosidad y emoción. Año tras año.
Dice en "Der Tagesspiegel" que "la Semana Santa es un espectáculo deprimente con una atmósfera intolerante”. Añade que, "en esta época del año, le resulta casi imposible trabajar y vivir en el centro de la ciudad, algo absurdo en pleno siglo XXI", y califica la iconografía de las procesiones de “inquietante".
Marías, casi sesentón, recuerda su dura infancia como “horrible para los niños, en la que tenía prohibido cantar, las emisoras de radio sólo emitían música religiosa y la televisión únicamente programaba películas bíblicas”. Sólo le ha faltado confesar almodovarianamente que su párroco era pederasta y le metió la mano en los calzoncillos. 
Añade otra consideración sobre los políticos con la que coincido de lleno. Sostiene Marías que "los políticos mienten en cuanto tienen un micrófono delante por lo que, para descubrir cómo son realmente, debe atenderse a lo que dicen cuando creen que nadie les escucha". Por disentir y coincidir me tomo la libertad de aplicarle al académico una de cal y otra de arena. Imbécil y sabio.
La verdadera Semana de Pasión es para Guillermo Fariñas. Su estado empeora día a día mientras continúa su Via Crucis. Fiebres muy altas, vómitos, cólicos y una infección contraída a través del catéter por el que los médicos paliaban las graves secuelas de su huelga de hambre y sed. Por favor, no te dejes morir, Coco.
6 comentarios:
No me gustan las procesiones capirotadas ni los cristos, ni el olor de las velas, pero sí que me extremece y me desola el comportamiento de los tontos de capirote que van a dejar morir, por mucho que presencien su Via Crucis, a Fariñas ya que por mucho que recen por él, quienes aún saben hacerlo, vestidos-as de blanco y con una rosa en la mano,
a estos últimos no les lanzarán vivas, sino actos de repudio.
Consternada quedo con mantilla y todo.
Un abrazo, Don.
Si es que la gente, Sr Francés, no tiene sosiego y siempre denosta aquello que no le gusta sin pensar que el mundo está lleno de gente que disfruta de otra manera y a la que hay que respetar.
¿Cuando paso a recoger a esa mujer para sacarla en procesión con el Cristo de la Lambada?
Buenas tardes, don Alfredo! A mí me gustan bastante las procesiones, aunque la religiosidad popular no es algo con lo que me sienta cercano (el comentario es algo pedante, pero bueno...). Respecto a Marías, para mí sólo hay uno, don Julián. Uno de sus últimos libros se titulaba La perspectiva cristiana. Si uno lee el libro y luego lee el artículo de Javier Marías...bueno, es fácil identificar al gigante y al enano. Gracias por sus entradas en defensa de la libertad en Cuba. Gracias en nombre de los Derechos Humanos, pues a la ONU, me temo, aún no se las podemos dar...Un abrazo!!
He tenido la oportunidad de vivir la Semana Santa en varias ciudades españolas y he de decir que en todas he podido disfrutar de sus costumbres, de sus procesiones y de las magnìficas tallas y tronos.
A mi me encanta y he de decir que vivo emocionada muchas procesiones, he sido nazarena , he vestido de mantilla, incluso he podido llorar escuchando una buena saeta y me sentia muy orgullosa de ver a mi padre escoltando a Cristo en la procesiòn del Santo Entierro.
Disfruto del ambiente en la calle, del olor a incienso, y de la gastromonia que en estos dias ya procura mi mamà hacerme buenos potajes de garbanzos con bacalao y de postre borrachuelos y roscos fritos.
Por otra parte es terrible ver como se està muriendo Fariñas, que Dios le ayude a resistir y que no le de el gusto a quièn no le importa nada su vida. Por favor no te mueras!!!.
D.Alfredo de verdad le gusta el olor a incienso??? Yo lo tengo de todos los aromas, limòn fresa, lavanda, azahar,lila....
Ha probado un buèn tè con una buena cachimba e incienso en el ambiente?????
Un abrazo.
ahhh por cierto!!!! en vez de tonto del capirote, yo lo llamarìa
PENITONTO!!!
Me encanta la semana santa con sus saetas que se clavan en el alma y cada cual la vive a su manera.
Feliz semana Santa!!!
besitossss
Querido Francés:
Javier Marías tiene buenos artículos y sus ideas y su escritura a mí me gustan.
De todas maneras creo que a veces uno se deja llevar por sus sensaciones, por sus emociones y sus malos recuerdos.. y cuando se es adulto, se aprende a convivir y sacarle gustillo a todo.
A mi en mi casa me aburría aquello de escuchar música sacrosanta en vez de alegre, no comer carne me daba igual y odiaba que siempre pusieran películas de la Pasión de Cristo, de Vírgenes sosas y de mártires diversos. En Catalunya nunca ha sido muy vistosa la Semana Santa y la verdad, en mi pueblo era deprimente ver a las santurronas pasear descalzas y aquella pequeña muestra litúrgica por la calle me dejaba idiferente. Hoy, cuando voy a una ciudad cordobesa:Lucena de la que es mi madre, adoro ver toda aquella pasión, las saetas, lo que se llega a organizar alli ,hasta el olor de los claveles, el color....la música...me embriaga todo eso... es para vivirlo...es increíble, y me pasa lo que a ti: no soy creyente pero el arte y la pasión en todo me emociona y soy capaz de separar una cosa de otra y convive mi ateismo de manera magistral por mi gusto por la fe de mis amigos y por el arte de la Semana Santa de muchos sitios.
Hay que madurar para tolerar e incluso admirar lo contrario a uno, simplemente y aprender de todo.Y el arte que no me lo toquen nunca.
Y estoy contigo: ojalá Fariñas no muera , ojalá lo deje!!
Petonets!!
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