Con suspiritos, sudor y néctares, hago un océano salino en mi cama

Relato de
Dª I’am
Fuera de Concurso
II Encuentro de Poesía y Relato Erótico

Bases para el Encuentro
Desenfrenos de una paja pija
Mi deseo de tí comienza al anochecer, no estás, pero necesito sentirte. Caliente, te imagino recostado a mi lado, recorriendo mis rincones, cada centímetro de mi piel. Tumbada en mi cama, sola, desnuda, esperando que tus manos me descubran, puedo sentirte junto a mí, noto tu aliento en mi piel, siento tu calor, tu olor.

Imagino tus manos en mi cuello, las siento, porque las mías son ahora las tuyas, tu respiración acaricia mi oído, juraría que me sientes y tus manos bajan por mi cuerpo despertando el deseo. Mis pechos se agitan bajo mis manos, los pezones se endurecen, duelen. Jadeo y un fuego intenso me recorre por completo. Mi ansia de tí me desespera e imagino tu boca lamiendo y mordiendo mi pezón que se endurece más y más. Me humedezco sólo de pensarte y mi mano busca el clítoris.

Lo acaricio como lo harías tú, con la justa presión, en círculos como sabes que me gusta. Estoy tan húmeda que podría correrme ya, pero no quiero. Mi respiración se acelera y pronuncio tu nombre. Estoy a punto de gritar que sigas, que quiero más, que me puedes y te deseo con pasión. Voy a explotar. Quisiera que me penetraras, que te follaras a esta hembra caliente. Y sigo gritando tu nombre. Jadeo y mi cuerpo se retuerce de placer, deseo desmayarme, mi cuerpo no puede retenerlo y exploto en un éxtasis que se derrama entre mis piernas. Imagino tu lengua degustando mis mieles y más me excito y más me mojo por tí y sólo quiero seguir, que este momento no acabe jamás.

Me penetro con mis dedos mojados, suave pero firme como me gusta y excita, casi puedo sentir tu olor, cuanto te gustaría verme y tenerme así, poderosamente poseída. Busco mi vibrador, mis dedos no alcanzan y necesito sentir tu fuerza, que me llenes de tí. Sólo meto la punta, juego como tú con los labios de mi vagina, cuando entras y sales, y vuelves a rozar mi clítoris, mientras mi cuerpo se retuerce desesperadamente, para que entres por completo, disfrutando y padeciendo el juego, pero me excita tanto hacerlo, que me folles sin entrar, que me mates sin follar.

No aguanto más y me penetro más y más fuerte, igual que lo haces tú y pierdo el aliento y la respiración se acelera junto con mis gemidos. Chorreo. Te gustaría. No puedo parar, ya no puedo contener mis gritos pidiendo que no pares. Grito para que sigas, me encanta que me folles. Mis piernas se abren y se cierran locamente, al ritmo de la penetración, intento contenerme, hasta que la respiración se va calmando y comienzo a sentir como estoy acabando, cómo mis líquidos fluyen. Estoy empapada y sigo fluyendo como si no acabara jamás de correrme, pero sigo follándome y vuelvo a excitarme. Casi sentada con las piernas muy abiertas, invitándote a que no pares.

Quiero sentir mi sabor mis dedos me acarician y los llevo a mi boca. Me siento muy excitada, lujuriosa, sensible, mojada, obscena. Muy hembra. Si pudieras verme así entrarías con tanta fuerza que no aguantarías ni un minuto en el fuego de mis entrañas y te derramarías en mí.

Mi cuerpo tiembla, suda, se moja de deseo y grito tu nombre y lo que siento por ti. No puedo más y no puedo parar. Mi respiración enloquece de nuevo gimo furiosamente mientras me reviento con los dedos, y expulso abundante jugo salado y caliente. Todo ha quedado totalmente mojado y huele a sexo. Huele a mí. Ahora quisiera abrazarte y dormirme sintiendo el calor de tu piel. Espero que me sueñes y me disfrutes tanto como yo a tí. Será que te extraño. No lo sé.