Ya dejaba patente en mi primer post para el señor García Francés mi firme disposición a dedicarme este verano al ligoteo. A golfear, según le dije en un momento de inspiración el otro día a una amiga. Golfear, así, sin paliativos: una anda ya rozando la cuarentena y después de llevar miles de años metida en una relación seria sin catar otra carne que la de su doña, ha llegado el momento de ampliar horizontes. A rey muerto, rey puesto.
Así que a marchas forzadas ando diseñando una ruta de ligoteo. Pronosticaba yo que el gimnasio iba a ser un lugar interesante para conocer carne fresca, pero la rotura del aire acondicionado me ha jugado una mala pasada: no es plan de presentarse a hacer spinning a las tres de la tarde -esa es mi hora para ir al gim- con los 40 grados que hacía ayer. Descartado el gimnasio, opto por la playa. Nudista, por supuesto, que ya que voy buscando carne fresca, que esté a la vista.
Cabopino, en Marbella, es paraíso para la comunidad gay. Sobre todo para los tíos, que ven en sus dunas un lugar en el que ligar en la playa con toda la privacidad del mundo. Pero ya se sabe, lo gay llama a lo lésbico, así que me presento en esta playa cargada con mi toalla, mi sombrilla y mi neverita plagada de Budweisers bien frías. Una vez oí a un tío decir en un bareto de Jerez de la Frontera que como esta cerveza se hace con arroz, no engorda. No sé si será una leyenda urbana o no, pero me he abonado a ella porque la tripita puede llegar a desvirtuar un pubis por completo depilado.
Una vez desposeída del bikini, con mi pubis sin pelos al aire e instalada debajo de la sombrilla con Budweiser en la mano oteo el horizonte: la mar está revuelta, las olas, para ser el Mediterráneo, son de espanto, pero, ¡oh sorpresa!, en la orilla hay tres chicas de esas de los tatuajes y los piercings de bastante buen ver. Una con el pelo corto y las otros dos, largo, pero con toque modernito. ¡Fijo que entienden!. Una vez apurada la Budweiser, habrá que ir a darse un bañito, ¿o no? ¡Quién puede tenerlo miedo a unas simples olas!
Paso al lado de las chavalitas. La cosa va bien: también llevan el pubis impoluto. Y me miran de soslayo. "¿Entiende o no entiende?", se preguntan. Je, je... Como un torillo recién salido del redil me zambullo en el agua, pero no sé si es un error de cálculo o la Budweiser que no se agolpa en la tripita pero sí se sube a la cabeza, que pillo la ola justo cuando rompe, con más mala leche que uno de esos periodistas que aparecen en los programas del corazón. El revolcón es de espanto.
Tan de espanto que las chavalitas tienen que venir a recogerme a la orilla porque casi me ahogo. "Gracias, gracias". Con las orejas gachas, me autoexilio debajo de mi sombrilla. Apuro las dos cervezas que me quedan mientras que llamo a una amiga que vive en Barcelona: "Tía, que me voy pallá, que necesito pisar asfalto". ¡Huyo al Gaixample! La playa es un sitio peligroso para ligar.
30 comentarios:
Terrible experiencia, sin duda, no es fácil describir la angustia que debió usted sentir al verse amenazada, a un tiempo, por el mar encolerizado y por la líbido desbocada de las lobas salidas de Lesbos.
Aún así, no se queje, pues la culpa es suya; habiendo tantas playas ¿quién le mandaba ir a una de nudistas? y ¡encima “gays”!, siendo además una presa apetecible para cualquier carnívor@, (menos de cuarenta abriles y…¡depilado!).
Si se salvó de ser engullida por las olas y de ser devorada en tortilla, fue gracias a la Budweiser, no lo dude; ignoro cual será el santo local de la ciudad de Budweis, pero enciéndale una vela para agradecerle su protección.
Menos de cuarenta abriles y depilado…humm, interesante.
Vamos a ver, Doña Lowana,
¿A quién se le ocurre irse a una playa llena de tríbades e invertidos, desnudos todos ellos, y ellas, ¡con el cuerpo que debe tener Vd.! Sepa Vd. que, a mi modesto entender, cuando la mujer alcanza su cénit es entorno a los cuarenta y, a partir de entonces, cada día está más exuberante.
Dedíquese Vd., y déjese Vd., admirar y lisonjear por hombres normales, que para eso Dios (para los creyentes y no creyentes) creó el mundo tal como lo creó: que somos los hombres los que tenemos la capacidad, y la obligación también, de admirar y disfrutar de los encantos femeninos.
Le sugiero que le eche un vistazo a la última ENTRADA de mi blog: allí podrá comprobar que la mujer no está preparada para desnudarse a sí misma, muy al contrario, lo propio es que necesite la colaboración de un hombre que sepa reconocer sus cualidades.
Reciba todos mis respetos y, si me permite, déjese de intentar seducir a las otras o a los otros. Dedíquese a los que somos como siempre, a los que somos los de siempre, que, todo el mundo lo sabe, somos mayoría, y, además, colaboramos para que la especie no desaparezca y se reproduzca y se perpetúe.
Reciba un toque de admiración a su belleza desnuda.
Don Antonio
Doña Lowana, que relato más divertido para un domingo de playa. No se crea, a mí también me ha pasado algo así lo que pasa que voy con escolta. Norma no me deja ni a sol ni a sombra.
Escribe usted muy bien, con un humor único. Suerte en la próxima vez.
Besos Don García y Doña Lowana.
Por cierto Don García, respecto al comentario de la anterior entrada, yo nunca me enfadaría con usted. Sabe decir las cosas con elegancia.
Besos amigo.
Dª Lowana, mire el tiempo que lleva colgado su relato y, todavía, me parto de risa cada vez que lo releo.
Excelente su entrada y, lo mejor, es que es usted capar de reirse de sí misma, de ironizar con sus lances "eróticofestivoplayeros".
La felicito, amiga mía, tiene talento para tirar por la borda y, nos ha hecho pasar un ratito excelente. Me encantará leerla el día que, como se dice en Colombia, CORONE usted.
Con todo mi afecto, Doñita.
D. Antonio, toda la admiración que siento por usted y su sabiduria latina se tambalea ante su comentario.
Se lo digo con todo el respeto y como una broma, pero SU DISCURSO SUENA MÁS ANTIGUO QUE EL HILO NEGRO, profesor.
Recuerde que sus QUERIDOS grieg@s no ponían tantas pegas como usted para amar a quién lo mereciera.
Pero no soy nadie para darle lecciones de historia ni de ninguna otra cosa.
Un abrazo, amigo mío.
Sr. Tannhäuser, con su comentario me ocurre lo mismo que con el de D. Antonio, pero, intuyo en él una ironía que lo salva reconvirtiéndolo.
Supongo que a veces es difícil ironizar y trasmitir exactamente el pensamiento.
Si me equivoco, le pido disculpas. Un abrazo, amigo mío.
Gracias, Dª Lía, no quería pasarme y me encanta que lo haya entendido. Un abrazo muy grande, amiga.
La verdad,Lowana, me he visto reflejada en esta situación, a mi me revolcones así me han pasado a mogollón.Pero lo malo no es que te pase en una playa nudista,porque al fin y al cabo el revolcón no te arranca el biquini,lo malo es en una playa no nudista donde además de la verguenza de estamparte con las olas, pedir socorro,tragar arena, tienes que salir con el culo al aire y ver tus preciosas braguitas enredadas en la espuma del mar,mientras que tienes a todo el mundo partido de risa mirándote.....
Me ha encantado. Un beso
Por cierto D.Alfredo le mando un
piropo:Si yo tuviera en dinero
lo que tengo en voluntad
te compraba en chocolate
el Peñón de Gibraltar.
¡¡¡¡GUAPO!!!!
Dª Nazaríes, me encanta que le haya divertido la entrada de Dª Lowana. Es muy divertida y rezuma buen rollo.
Pero, ¿a usted también le han dejado las olas con el culito al aire?
Por Dios, y eso que se bañan ustedes en el calmo mar sureño, si se lanzaran a las olas del Cantábrico sus braguitas las recogerían los ingleses del otro lado del canal.
Un abrazo, Doñíta.
Y, ¡un millón de gracias por el piropo, Dª Nazaríes!
Y otro piropo colombiano para usted: Con una mamacita así... ¡para qué jueguetes!
Abracitos, Doñita.
D.Alfredo y de mi piropo que???
¡¡¡He estado toda la noche pensándolo!!!!!
No todos los dias le dicen a un@ piropos tan bonitos....
Perdón, perdón.....
Así que las budweisers no engordan?? Madre mía, eso se avisa antes!!
Espero que la próxima vez tenga más suerte con sus ligues.
Muy divertido final!
Saludos
Amigo Señor Don Alfredo García Francés,
Con el debido respeto y la consiguiente admiración, cosas ambas que siento por Vd., tengo que decirle que yo, como más de uno puede suponer, soy de los de antes, de los de siempre, de los que han hecho que nuestra especie perdure durante los siglos.
Lo que no me parece justo es que, si ”los otros y las otras” tienen derecho a ser como son y como les sale a todas y a todos de sus partes más nobles (Entiéndase bien: lo que distingue morfológica y esencialmente a la fémina del caballero), y nosotros, los que no somos ni “los otros ni las otras”, los respetamos, ellos y ellas, “los otros y las otras”, nos quiten a nosotros, los que somos diferentes, a ellos, claro, a seguir siendo como hemos sido durante toda nuestra vida, algo provecta, y más que algo provecta, ya en algunos casos, como es el mío propio, que soy coetáneo de Vd., Don Alfredo.
Reciba Vd., Don Alfredo, mi más alta consideración y un afectuoso saludo.
Don Antonio
Vas a tener que hacer una guia de lugares inapropiados para ligar
Y lo de la cerveza me apunto que es desgradable tener que buscar bajo la barriga lo que sea que esconda
Saludos
Sr. Blogmaster:
Efectivamente, la ironía que intuye en mi comentario existe; no se equivoca usted.
El que si metió la patita de atras fuí yo, por poner un comentario a la entrada de doña Lowana, sin antes haberme puesto en antecedentes, leyendo sus entradas anteriores. Así, no caí en que ella realmente es lesbiana y que su referencia a las chicas que la sacaron del agua no era de miedo o rechazo hacia ellas, precisamente. Yo tomé el relato de Dª Lowana como irónico, cuando no lo era.
No obstante, me reafirmo en mi comentario, en el sentido de que como macho heterosexual que soy, se me saltan las lágrimas y mi corazón se desgarra cada vez que se de una mujer hermosa que prescinde de los hombres.
Yo le sugeriría a Dª Lowana que considerase la posibilidad de que la ternura y la suavidad no sean monopolio exclusivo del género femenino y que además haya (se lo garantizo) hombres que laman mejor que cualquier lesbiana.
Que no me malinterprete esta señorita a la que desde luego respeto, pero le sugiero que cambie, si no de homo a hetero, si al menos, a bi.
Si decidiera compaginar ambas tendencias, le ruego cuente conmigo e insisto: menos de cuarenta abriles y depilado ¡que rico!.
Mi querido, D. Antonio, acepto humilde que me incluya justamente en el sector social considerado como provecto. Es lo menos que merezco como pensionista sesentón.
Pero, respecto a lo otro, insisto en que no debe sentirse estafado por la opción sexual de Dª Lowana, ella no le está robando nada a usted. No le está imponiendo nada. Sea usted como quiera y déjela a ella en paz. Pero, eso sí, disfrute con las divertidas historias de nuestra amiga.
Abrazos, querido maestro.
Sr. Tannhaüser, había comenzado usted muy bien pero, lentamente, se ha deslizado por la pendiente hasta un jardín bien ambarrado.
Entiendo sus lágrimas, yo también lloro amargamente cada vez que alguien me rechaza pero, querido, hay que aumentar nuestro nivel de frustración para que nos nos afecten estas cosas. Sobre todo en el SEXO.
Seguramente, a usted, como macho heterosexual que afirma ser, le desagradaría si le indico los placeres insospechados que puede encontrar acostándose con un joven y musculado senegalés de miembro altivo. No como homo, sólo como BI, ¿le apetece probar?
¿Cree usted que Dª Lowana, a su edad, no sospecha que los hombres también saben usar la lengua? El caso, supongo, es que le importa un carajo.
Por todo, le decía al principio que si empezó bien, al final, la insistencia le hace cargante. Siento insistir, Ella es LESBIANA. Respetémoslo.
Sr. García Frances:
Admito la coherencia de su argumentación; impacto directo, lo admito, tan molesto puede resultar lo que yo le propongo a ella como lo que usted me propone a mi; ambas proposiciones en "bi bemol" son equivalentes.
Sin embargo se columpia en el juicio de mis intenciones, ya que en ningún momento he pretendido ofender a esta dama, sino solamente, hacer proselitismo con ella, dándole ideas, sugerencias que quien sabe si acaso mediante la tentación a probar, pudiesen ganarla para la causa.
Es lesbiana y lo respeto,...pero lo lamento.
Yo no tengo ninguna advertencia que hacerle, señora mía, si acaso que en la nevera no incluya un cava fresquito o en su defecto un buen vino blanco gallego. Con lo demás hace usted bien en hacer lo que mejor le preste.
Inteligente relato.
S. Tannhäuser: estoy seguro de que un caballero como es usted no ha pretendido en ningún momento ofender a nadie. Estoy convencido.
Un saludo, amigo.
Una se va unos días de vacaciones y... ¡vaya la que se ha liado por un inocente post! Con la única recomendación que me quedo es con la de César: buena idea eso del cava, que para mí que engorda menos que la cerveza.
Y, en cuanto a lo de "los otros y las otras" de Antonio Martín Ortiz, puede hablar de gays y lesbianas sin ningún trauma, que se parece usted la Ana Botella con lo de las peras y las manzanas. Al que le quema esas palabras es a usted, no a mí.
Ah, señor Tannhäuser, y no se preocupe por mí, que he catado machos y, sin lugar a dudas, me lo paso mucho mejor en la cama con una mujer. De hecho, amenazo con un post sobre esto en el que daré más detalles sobre el asunto...
Me encanta que unos cuantos os hayáis reído con mi post. Eso, simplemente, es lo que pretendía.
Todo aclarado y a la espera de la siguiente entrada, Dª Lowana. Cariños.
Un placer esta nueva sección de la Doña.
Yo no puedo más que animarla al gym... las escenas de los vestuarios son un verdadero pozo de autoerotismo. Especialmente recomendable el momento de la hidratación. Es cuando la mayoría de las mujeres demuestran la estima que le tienen a su propio cuerpo.
Lamentablemente, temas personales me impiden participar de estos debates/cometarios con la asiduidad con la que antes lo hacía.
La casualidad o llámenlo ustedes como más les plazca, ha hecho que entrara hoy y justo en esta sección de la nueva Revista.
Tras leer todos los comentarios que anteceden a este, podría decir que me parece increible, pero no se ajustaría a la verdad, las confusiones existen. Y personalmente prefiero pensar que eso es lo que ha ocurrido antes que analizar el tema de las estrecheces, aunque estas sean solamente mentales.
Su entrada Dª Lowana, esta correctísimamente escrito y totalmente respetuoso, por lo que se ha ganado mi admiración y respeto, por eso y por el sentido de humor y la ironía con la que nos ha hecho partícipes de sus aventuras y desventuras playeras. Tanto es así, que la próxima vez, si me pilla cerca, me voy con usted a la playa, nos tomamos una cervecitas, nos bronceamos, nos deleitamos con las vistas... y luego si nos quedan ganas y fuerzas, decidimos si el revolcón nos lo dá el mar o si ya está sobrando.
Saludos a todos desde el exilio
Dª Bárbara, la verdad es que contado a sí, dan ganas de convertirse en el Jack Lemon de "Con faldas y a lo loco" y, travestido en contrabajista, asistir a una de esas sesiones.
Un abrazo, amiga mía. Nadie es perfecto.
Es una enorme placer veral por aqui, Dª I'am. Sólo usted sabe lo mucho que se le aprecia en esta Revista.
No mueva más el cuchillo en la herida, amiga mía, se ha tratado de confusiones y todo está aclarado. Nada de estrecheces, sólo ansia de agradar.
Estoy seguro de que usted y Dª Lowana se divertirían juntas en la playa haciendo cosas de chicas, depilarse, bañarse, las birras, etc. Dios proveerá, amiga mía.
Dª Lowana, me parece que tú te vas a divertir en cualquier sitio,está claro después de leer esto. Tu estilo de golfear me parece muy divino de la muerte ¿qué quieres que te diga? y que además, así sin paliativos es como mejor se degusta el golfeo..como en una cata de vinos..A lo mejor es que en este país la gente no está acostumbrada a tu desenvoltura y naturalidad con la que nos muestras tu desparpajo exento de complejos y dudas de adolescente..Me parec divertido incluso la salida airosa de tu revolcón..y la verdad..te ha salido que ni bordado la comparación de la mala leche de esa terrible ola mediterránea con ciertos periodistillas luciendo su estilo menos elegante con el famosillo de turno..muy acertado. Ahora en algo no estamos nada de acuerdo: la Budweiser también abulta la tripita y te quedará después deslucido tu pubis impoluto.
Un abrazo. Es muy divertido todo tu relato, te felicito!
Pues a mi que me gusta ir depilado y tanto me van los machos (sin vello) como las chicas sin vello habria sido una suerte el encontrate. A ver si en lugar de ir al sur te vas por aqui cerca de barcelona(al delta del llobregat) y se da la casualidad que te veo... ya que me gustan mucho tus cervezas... claro!!!
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