...Los hubo valientes, honrados, leales y dignos. También rufianes, aventureros, asesinos y locos...

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domingo, 30 de enero de 2011

Egipto y el Magreb se tambalean ante el islamismo radical y el saqueo

Democracia. Todos sabemos qué es la democracia y, ateniéndonos a la definición del RAE, la cosa parece fácil.

Democracia.(Del gr. δημοκρατία).
1. f. Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.
2. f. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado.

Sencillo, ¿verdad? Pues desde la Guerra de la Indepencia española, pese a los deseos del pueblo, a los ejemplos de las naciones europeas y a la tendencia general en Occidente, la vieja patria española, ha sufrido largamente con las idas y venidas democráticas.

Hoy, España, es una democracia imperfecta. Es decir, votamos, faltaría más, pero partimos de una Restauración monárquica heredada de la dictadura y sin ningun control político sobre los partidos a quienes elegimos. Nuestro sistema sería una monarquía partitocrática. De los males, el menor.

Ahora bien, si guerras, constituciones, absolutismo, regencias, dictaduras, dos siglos después, nos llevan a que el sistema político continúe aún inacabado significa que algo va muy lento en España. O demasiado rápido en Túnez y Egipto.

No creo en estas revoluciones por la libertad, nacidas bajo la presión del terrorismo islamista, que pretenden abolir dictaduras para implantar democracias. No olviden que el Islam, aunque se beneficie de los sistemas de libertades, abomina de ellos. Imaginen que Herri Batasuna tuviera los cinco millones de militantes, organizados, armados y fanatizados que tienen los Hermanos Musulmanes en Egipto. ¿De qué calidad sería la "democracia española"? ¿De qué calidad es la "democracia vasca" hoy día?

Por otra parte, estoy seguro de que Europa y USA mienten. Incluídos nosotros. Proclaman lo políticamente correcto aunque desconfían de las conversiones democráticas en masa. Tampoco las desean, prefieren tranquilos dictadores que alejen la incertidumbre de procesos revolucionarios. Y ya van cien muertos en el haber de Mubarak.

Lo reitero, algunas de esas dictaduras, son el escudo geoestrátegico de Occidente y, mientras le convenga y pueda, éste, sacrificará las falsas democracias traídas por yihadistas como caballos de Troya. En una primera fase, dependerá de qué lado se inclinen los ejércitos locales.

7 comentarios:

FJavier dijo...

Ante sus temores, don Alfredo, le contesto con los míos, aún a riesgo de aburrir. Elucubro en voz alta, pues, y me permito compartir la cualidad de mis temores.

Estadísticas españolas: Las mujeres empiezan a ser madres entre los 30 y los 32 años (envejecimiento de la población); comienzan a trabajar entre los 22 y 25 años (pérdida del patrimonio útil juvenil) y lo dejan sobre los 65 (pérdida del patrimonio útil más experimentado), con una esperanza de vida de casi 90 años. Los jóvenes sin empleo –casi un 40% en menores de 25 años-, que encontrarán trabajo con suerte sobre los 30 o 35 años, son los que tendrán que pagar con sus impuestos las ingentes deudas de Ayuntamientos, Autonomías y Estado, sobre el cobro de su jubilación ni hablamos. Es decir: baja natalidad, envejecimiento, mala formación, entrada tardía en el mercado laboral, salida temprana, empobrecimiento, ausencia de espacio para proyectos de futuro personal,… Un modelo cultural que aboca por sí mismo a la quiebra del sistema.

La escritura jeroglífica egipcia data de 3000 años a. C., 1700 años antes que la escritura china y 1800 antes que la fenicia.
En mi opinión personal –independientemente de cuántos quieran aprovecharse del río revuelto- el pueblo egipcio, que no es como el iraní o el judío, merece mi confianza en su capacidad para mantener el liderazgo en la región y seguir siendo un punto de referencia para el pueblo árabe más moderado.

Me preocupan más las debacles domésticas, nuestro propio ejercicio de autodestrucción y saqueo.

Época propicia para las transiciones más heterogéneas.
Mi abrazo cordial.

García Francés dijo...

D. FJavier, usted jamás aburre. Al contrario, hace reflexionar sobre diferentes aspectos de los mismos problemas.

El sistema económico y político español está destinado a la quiebra, de hecho, parece que ya ha quebrado. Coincido.

También coincido con usted en que el pueblo egipcio es viejo, más que nosotros. También lo son los chinos, colosos de la economía actual y la más gigantesca dictadura mundial. El problemas no es ser viejo, el quid de la cuestión, es hacia donde empuja la revolución a un pueblo.

El ejemplo más parejo es Libano, la suiza de Oriente Medio. Un pais "beaucoup" occidentalizado, que, de pronto, ya nunca pudo decidir más por sí mismo y se debate entre la ruina y la destrucción.

Respecto a los egipcios moderados, musulmanes y cristianos, no son los que están en las calles quemando museos, se lo puedo asegurar. Están atrincherados en sus casas, armados y tratando de defender a sus familias de robos y asesinatos. La calle, hoy, es del ejército que, mientras decide hacia donde escora, tolera a los delincuentes y a los militantes islamistas.

Respecto a nuestra debacle doméstica, vuelvo a darle toda la razón y en este blog lo he dejado bien claro en repetidas ocasiones. En España, también se liará la madeja. Hay demasiados motivos para que no se arme la gorda.

El paro y sus consecuencias, la amenaza de autonomías separatistas que devastan el país, los sindicatos que ostentan un poder desmesurado, la falta de democracia en los partidos, una total ausencia de liderazgos sensatos y la quiebra de los valores que conforman sociedades sanas.

Falta esto, y mucho más que se me olvida, querido. Por eso, es muy posible, que nunca acabe de terminar nuestra "transición democrática".

Y, desde luego, como dijo Ignacio de Loyola, "en tiempo de tribulación, nunca hacer mudanza".

Un abrazo muy grande, amigo mío.

Manuel R. dijo...

Leo con curiosidad los acontecimientos que van sucediéndose en el cercano Oriente sin saber aún cómo acabará esta revolución que va cogiendo forma en Egipto y si arrastrará a más paises convirtiéndose en la mecha que inflamará al resto.
En cuanto a España, no sé hasta qué punto puede hacerse un ejercicio de traslación y me explico: Tuvo que reventar la burbuja inmobiliaria por el estallido de la crisis mundial y la debacle de los mercados, pero nadie se echó a la calle para reclamar el acceso a una vivienda digna cuando un piso en una gran ciudad española valía 60 ó 70 millones de las antiguas pesetas. Ahora tenemos una tasa de desempleo en torno al 20 %, casi cinco millones de parados y casi 200.000 familias con todos sus miembros en el paro. El gobierno se ha visto arrastrado primero y luego superado por una crisis que primero negaba y sólo ha reaccionado tarde y a la desesperada ante las presiones del exterior. Tampoco se vislumbra una alternativa política efectiva. Y en España no se produce un estallido social e incluso una huelga general tiene un seguimiento muy desigual. Hace mucho tiempo de la guerra de la independencia. Nosotros para bien o para mal necesitamos tener una hecatombe llamando al timbre de nuestra casa para reaccionar. Puede que al final eso sea lo que pase. Que Dios nos coja confesados.
Un saludo y mis disculpas por la extensión.

Unknown dijo...

No hay ninguna ironía que perdonar, D. Alfredo, porque tiene usted toda la razón y sus temores los tenemos todos. Excelente exposición la de hoy.
Dice el refrán que a río revuelto ganancia de pescadores, y ante las insurrecciones populares de países islámicos, moderados pero gobernados por dictaduras, que demandan más libertad y más participación en los destinos del país, siempre habrá pescadores aventajados que traten de arrimar el ascua a su sardina, como Rachid Ghanuchi, prometiendo parcelas idílicas en otra vida (una entelequia) sin el menor respeto a la única vida real y mortal, tangible y maleable por el esfuerzo. Los españoles apostamos por la democracia y lo hicimos muy bien.
En este perro mundo se puede y se debe luchar por la justicia con armas, con ideas o con ambas herramientas ("la vida es cuartel y hay que vivirla como tal", que decía José Antonio), y los pueblos tienen derecho a labrar su futuro con sangre, sudor y lágrimas, si es preciso. Pero además de los escollos del poder político y económico, existe ese poder intangible, sutil, sugerente, de la religión; poder que te toca lo más íntimo y va destruyendo tus defensas mentales, como el VIH te deja inerme ante las infecciones, y te hipoteca la vida real con promesas a largo plazo: auténtico peligro en todos los sentidos.
La antigua Grecia fue la cuna de la democracia, una democracia imperfecta en la que existían los esclavos y los metecos; una sociedad xenófoba en la que el extrajero era mal visto. Pero el gran acierto de esa sociedad-en mi modesto entender-fue una religión politeísta que prometía la transcendencia al más allá con dioses poderosos e inmortales, pero humanos.
Hoy los países musulmanes han decidido integrarse en la modernidad y están luchando por éllo, como los occidentales hemos hecho y hacemos a diario; y esa movida nos asusta y nos angustia por el recuerdo de las masacres vividas en nuestras carnes, llevadas a cabo por el terrorismo islámico más radical. Lo fácil sería mantener ese "parque jurásico" para que los dinosaurios políticos o religiosos salven el culo de occidente.
El experimento social está ahí y merece la pena vivirlo; la amenaza terroristaislamistarreligiosa, también. Entre todos podremos explosionar la bomba, como hacen los TEDAS, antes de que nos estalle en las narices cuando menos lo esperamos.
Un saludo.

García Francés dijo...

Estimados revisteros, para no aburrirles, he levantado una larga relación de hechos políticos acaecidos en España, desde la guerra de la Independencia hasta hoy.

Creo que era excesivamente prolija e inducia a error. Espero que ahora se entienda mejor el concepto. Un saludo, amigos.

Monsieur de Sans-Foy dijo...

Muy alarmante lo que está ocurriendo en el Norte de África, don Alfredo. Como usted, no creo que sea la Democracia lo que florezca tras estas explosiones "espontáneas". Y con Irán y Al Qaeda al acecho, temo lo peor.
La combinación del fanatismo medieval con la tecnología que los petrodólares pueden comprar es una combinación explosiva. De todas formas, ¿no resulta sorprendente qué poco le importa a España el fanatismo islámico, cuando se supone que ha matado a 200 personas en el centro de Madrid?
¿Se ha convocado alguna manifestación contra él?

Es como si fuéramos dócilmente al degolladero.
Un abrazo, amigo y paisano.

García Francés dijo...

Ahí le ha dado usted en todo el "webes", Monsieur de Sans Foy.

Este asunto de los islamistas en España, y en el mundo, consecuencia de años de propaganda palestina apoyada por la funesta Alianza de Civilizaciones zapateril, sólo se contempla desde el miedo apaciguador o desde el buenismo entreguista. Aquí hemos elegido y como somos progres, preferimos la santa teocracia a la malvada dictadura. Para ellos. Porque en España, si enseñas un crucifijo te lo comes.

Podemos adornarlo como queramos, llamarlo tránsito a la democracia pero, la ruptura será poener Egipto en manos de los unicos con suficiente organización para ser alternativa real: Los Hermanos Musulmanes.

A Mr. Albaradei se lo comerán crudo el segundo día y no habrá pueblo para apoyarle porque no es un tipo querido por los egipcios.

Recordemos siempre que en el Islam son imposibles las revoluciones democráticas. Si hay un vacio de poder la unica deriva lógica es la revolución islamista.

Buena la armaron ustedes con su guillotina, mon cher ami, ¡cuánto daño han hecho al mundo! Debiera usted pedir perdón por los crímenes de su compatriota Robespierre.

Un abrazo muy fuerte, amigo mío.

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