Ayer D. César, planteaba un debate sobre las centrales nucleares. Tras pensarlo, ambos coincidimos en que el dramatismo de la tragedia ocurrida en Japón hacía que no fuera este el mejor momento para afrontarlo serenamente. Pero, la demagogia antinuclear ya ha comenzado en los medios así que mejor aclarar posturas.
D. César, plasmó así sus dudas: Sr. Francés, lo ocurrido en Japón con las centrales nucleares concede cierta razón a quienes, por motivos lógicos, nunca ideológicos, exigimos la máxima prudencia con las mismas.
Respondí: Me mantengo firme, querido. Aunque es duro tener que hacerlo cuando hay 600.000 evacuados y una estimación de 10.000 muertos. El desastre no lo han causado las centrales nucleares sino un terremoto y un sunami brutales. Servirá para construirlas más seguras aún el en futuro. Pase lo que pase, el futuró será nuclear. Hoy en día, en mi ignorante opinión, es tecnológicamente imposible que sea de otra forma. Pero, es dificil abordar ahora este debate con serenidad.
Y D. César añadió: En cuanto a lo nuclear, reconozco que no es el momento pero con todo respeto quiero exponer que son las "causas naturales" los "actos incontrolados" los que me preocupan. Existen y seguirán existiendo por más que nos empeñemos. No me cabe duda de que es una gran imprudencia levantar una central nuclear en terreno propicio a los terremotos. Y se ha cometido. Y se cometerán otras. También estoy de acuerdo con usted en que el futuro es nuclear... Y recemos para que haya suerte y entreguemos el mundo intacto a las nuevas generaciones. Intacto, ya no.
Antes o después, deberemos elegir entre tecnología y progreso o retrasar el despegue del desarrollo como nos ocurre siempre. Esto ya pasó cuando los obreros saboteaban las máquinas de vapor. O Nucleares o Amish. Hay que elegir. Opinen ustedes, amigos revisteros.
lunes, 14 de marzo de 2011
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25 comentarios:
DESPOJOS
Yo creo que las “nucleares” son muy necesarias y que tanto las guerras (hoy largamente extendidas) como los movimientos telúricos, imposibles de evitar, no deben ser un freno para su desarrollo. La humanidad debe seguir adelante a pesar de todo y, eso sí, poniendo los medios precisos para que la seguridad sea máxima en todos los casos (carreteras incluidas).
A veces me pregunto entre sollozos:
¿cómo puede Señor morirse un niño,
diluirse el amor de una pareja
por ajenos conflictos,
saltar una familia por los aires,
hacerse un pueblo, por la guerra, añicos?.
¿Por qué, Señor, la enfermedad se ensaña
con los más miserables,
con los más oprimidos?,
¿en qué lugar de la Sagrada Biblia,
La Torá, del Corán o de qué Libro,
se encuentra escrito esto?:
“Un Ángel vengador irá a la tierra
y destruirá a los débiles
haciendo del grito y de la lágrima
de todos cuantos sufren
caso omiso;
actuará sin piedad,
bajo ningún concepto mostrará compasión
pues tal es el deseo del ALTÍSIMO”.
A mi se me enseñó que el hombre débil
es bienaventurado,
y el miserable más necesitado
y el paria y el mendigo,
y… heredarán la tierra se me dijo;
¿cómo puede pues, Señor, morirse un niño?.
A mi lado hay un Ángel que camina conmigo
y me responde a esto diciéndome:
¡ay, amigo!:
cuando las fuerzas de la naturaleza
o los instintos del hombre se desatan,
las leyes de la física
rara vez dan opción al milagro
de que se frene un tiro o un desastre natural se pare
y entonces es el SEÑOR quien llora,
estos son los momentos en que también DIOS muere un poco,
al igual que nosotros,
cuando desaparece una pareja
o una familia salta por los aires
o un pueblo se hace añicos
o…, simplemente,
cuando muere un niño.
Un abrazo y… aceptemos lo inevitable porque viene de antiguo.
Siempre he defendido que las centrales nucleares son el mal menor en el mundo, mientras otro tipo de energías no contaminantes, sean competitivas.
Por supuesto que hay que asumir algun riesgo, por catastrofes naturales o por terrorismo, pero a día de hoy, tengo la convicción que es una de las energías mas limpias, seguras y economicas.
Saludos.
Carallo, Sr. Francés, qué idílica imagen la que nos muestra ese padre y esos niños henchidos de felicidad. Es toda una declaración de principios en favor de parar un poco el mundo!!
En contraposición veo un vehículo a motor, un padre taciturno, unos hijos embobados cada cual en su game boy, sin dirigirse apenas la palabra, el padre que para, deja al primero en el cole, sale escopetado con el segundo para las clases de tenis y a "fume de carozo" de nuevo sale en estampida para dejar al tercero en las clases de futbol sala. Antes, en el semáforo se acuerda de los muertos del de adelante porque no sale al microsegundo de abrirse el semáforo.....
Sí, necesitamos la energía nuclear para no pararnos a pensar...
Sólo un apunte: Un terremoto de grado 8'9 y un maremoto con olas de 10 metros no han derribado las centrales nucleares. Es más, contrariamente a lo que dicen los antinucleares, no han sido ellas las que han provocado el desastre.
Salu2
Me gustaría creer que el futuro Amish es posible. Volver a la tierra, al trabajo manual y todas esas cosas. Como modo de vida promete cierta felicidad y paz espiritual.
¿Es realista todo eso?. Supongo que no. En ese caso, hagámoslo mejor que hasta ahora. No se puede renunciar a algo porque cometamos errores o porque existan riesgos. Eso nos haría desestimarlo casi todo. SI QUIEREN, nos solucionarán mucho con 'lo nuclear' y disminuyendo las pegas tanto como se pueda. ¿QUERRÁN?
Yo coincido en que el debate no puede centrarse en Nucleares si, nucleares no, porque mientras alguien no de una mágica solución al problema energético será Nucleares o Nada.
La verdad es que estamos presenciando una prueba de fuego. Ante el que probablemente termine siendo considerado como el mayor terremoto de la historia, al menos desde que tenemos registros, casi todo ha aguantado bien. Incluso viendo explosiones en centrales nucleares sin problemas de radiación importantes.
Habrá que aprender de esta, como de todo, pero la cosa esta funcionando razonablemente bien. Y solo un fallo de diseño que me suena escolar, como es que las bombas diésel de emergencia estén en posiciones que pueden ser inundables por Tsunami, estando en una isla, han causado problemas.
Si estas bombas no se hubieran parado por la inundación, se habría enfriado cada reactor en tiempo récord.
Seguro que se puede mejorar la seguridad, pero se esta dando (espero no comerme mis palabras) el ejemplo más duro de hasta que punto estas centrales son seguras
Como era de esperar en mi contestación no hay claridad. Porque la palabra “progreso” o bien no tiene el mismo significado para todos o bien no todo tipo de progreso, en mi opinión, es éticamente válido. De nuevo situados ante el fin que se busca y los medios que se justifican.
Porque este progreso basado en las desigualdades, el consumo, las rentas del capital, la insostenibilidad, las dobles morales, que prima el interés económico por encima del humano, que permite y fomenta privilegios para unos pocos a costa del sufrimiento de tantos, que supedita las seguridades estructurales a los intereses coyunturales, etc., etc., no es un modelo con el que yo comulgue.
En este sentido, las centrales nucleares deberían de cumplir una serie de requisitos respecto a su construcción, mantenimiento y utilización que los supeditaran a otra cosa distinta de los espurios intereses a los que estamos acostumbrados en los países casi-tercermundistas como el nuestro.
Por ser gráfico, yo no aceptaría un progreso que pusiera la seguridad de la energía nuclear en manos de Torrente4. O de Blanco, o del Tribunal Constitucional, o de un gobierno autonómico, o del ejército, o de un partido político, o…
En fin, no me importaría si se hicieran cargo los japoneses.
Saludos.
Lo dicen los expertos: las centrales nucleares japonesas, todas, han soportado un embiste treinta veces superior para el que están diseñadas.
También cuentan: un desastre natural como el sucedido, solo se repite cada mil años.
Si todo esto es así, D. Alfredo, estoy más tranquilo, salvo, claro, por el cotidiano riesgo que todos asumimos al vivir la vida.
Un abrazo
He de reconocer que yo mismo me parto en dos cuando abordo este tema. Comprendo los argumentos de todos ustedes,incluso los acepto. Pero al aceptarlos, me viene siempre a la mente la misma imagen: subiéndome mansamente a un tren, cuyo destino atisbo, pero del cual no quiero ni hablar.
No soy ningún timorato, tampoco soy un héroe, pero salvo aventura consentida, jamás salgo de viaje sin saber en donde voy a dormir.
Y les confieso que en este viaje no sé en qué fonda me voy a parar.
No me fío de quien me hace la reserva, su finalidad es económica. Hemos aceptado 2000 muertos al año en accidentes de tráfico. Poco saldo para el progreso. Pero estamos hablando de algo que considero no manejamos con total eficiencia. Y debemos asegurarnos. En Palomares aún existe radioactividad desde hace decenios y simplemente ocurrió que una paloma que se posó en una bomba nuclear se cagó en la tierra. O algo así.
Si no le compro a estos coétaneos que nos mandan un coche usado, imaginen si voy a meterles en la mano la vida del planeta.
Y aún así, la energía atómica será inevitable. Y me resignaré.
Y nos dará beneficios económicos, lo cual no quiere decir que nos dé una mejor vida.
Coño, me he despachado, ustedes perdonen.
D. Javier, no corren buenos tiempos para la lírica nuclear. Seremos lapidados por los integristas verdes.
Un abrazo muy fuerte, amigo, y gracias por sus bello poema.
El miedo a las centrales nucleares es razonable. Lo irrazonable es pensar que nos podemos pasar sin ellas.
En primer lugar, ocurre que, a eso tan abstracto que llamamos "el medio ambiente", una catástrofe nuclear se la pela:
Que desaparezca toda forma de vida en mil kilometros a la redonda durante diez mil años es un suceso banal, en términos medioambientales. Lo que el medio ambiente no puede tolerar es, por ejemplo, una subida continuada y global de temperaturas que provoque extinciones masivas de animales y plantas en todo el planeta.
En segundo lugar, quien pretenda evitar los desmanes medioambientales mediante el ahorro (¡ay, que me mato de risa!) o las energías "limpias" (¡ay, ay... que me meo toa!) o es un cínico o es que NO CONOCE AL SER HUMANO.
Es así de simple: o nuclear, o renunciar al calorcito, el cochecito, el ordenadorcito y todas esas mariconadas a las que nos hemos acostumbrado.
¿NUCLEAR? ¡SÍ, PORFA!
D. Helio, coincido con usted, a la espera del El Dorado, nucleares. Pero, ahora mismo ocurre como tras el 11-M (por favor, no estoy comparando).
Se está dando un vuelco y lo que hace una semana comenzaba a aceptarse, hoy, tras la catástrofe, es negado tres veces. Lo vamos a ver en la campaña electoral.
Un fuerte abrazo, amigo.
No vale, D. César. Ha vuelto a los amish contra mí.
En mi niñez, trillábamos el trigo con vacas o mulos. Los niños ibamos felices subidos en el trillo, bajo un sol de justicia y entre un polvo que aserraba las gargantas, con una pala demasiado pesada para nosotros y que debíamos poner bajo el culo de las bestias al grito de:
¡"Que se caga...!
No es que le ponga bonito lo de los amish, al contrario, es usted, pecador, el que me hace trampa con el buen rollito de los niños felices y rubios.
Pero lo que ocurre es que usted vio “Único testigo” y se acuerda de Harrison Ford cachondísimo y erotizado por el candor y la sensualidad de Kelly McGillis, la mamá amish del chaval.
Entiendo que no se suba usted en trenes cuyo destino ignora, incluso, siguiendo las enseñamzas de los papás, tampoco es aconsejable subir en los coches de los desconocidos. Por si los pederastas.
En nombre de un país sin nucleares pero con frescos pastos verdes, con un limpio mar azul y montañas sembradas de robles, los nacionalistas y sus terroristas asociados han ensuciado el suelo con las sangre de muchas víctimas. Eso me es suficiente para elegir mis compañeros de viaje.
Por lo demás, entiendo y respeto sus reservas. Siempre todo con las máximas precauciones y garantías. Hasta para empujar. Pero que eso no nos impida tener niños. Porque sin ellos se acaba la vida.
Un abrazo muy fuerte, amigo mío.
Completamente de acuerdo, D. Juan Carlos, esta tarde escuchando a Julia Otero parecía que la tragedia de Japón era culpa de las centrales. O peor, de los que quieren energía nuclear para sus empresas o para su televisor.
Una catástrofe natural. Un terremoto. El que ha hundido edificios y ha destrozado puentes y carreteras.
Mucos abrazos, amigo mío.
Sr. Francés, yo sólo utilicé contra usted unos rollizos niños felices; por contra usted ha usado contra mí toda la artillería etarra que me aterra. No, no, no, eso no se hace. Los próximos cubatas corren de su cuenta!
Ya en tono menos coloquial le aclaro que ni Julia Otero con veinte años menos me hace cambiar un gramo mi manera de pensar...que es nucleares si, pero sabiendo lo que hacemos....manque perdamos.
D. Carlos, no me puedo creer que me esté usted diciendo en serio que desearía ser amish y pasarse la vida luchando con mulas testarudas y niños que le estuviesen reprochando constantemente que no les deja vivir como los demás.
Si es posible vivir así. Hay gente que lo hace. Igual que los hippies hicieron comunas de amor libre y los budistas monasterios en la Alpujarra. Pero, dudo que sea ESO lo que queremos. Queremos ESTO.
Sólo que mejor y para todos. Pero, usted lo ha dicho, ¿querrán dárnoslo? Yo le digo que NO.
Con todo mi afecto, amigo.
De acuerdo, D. Sostrato, esa es la disyuntiva. Nucleares o esclavos de los que las tengan.
Creo que si unas centrales de hace cuarenta años han aguantado esto, las nuevas, las de última generación, serán mejores aún.
Porque, no me cabe duda, de que los constructores ya están aprendiendo de los errores y los aplicarán en sus nuevos proyectos.
Un abrazo fuerte, amigo mío.
Efectivamente, D. FJavier, resumido sería: mejor vida para todos. Pero, hoy, eso sigue rozando la utopía.
Así que mientras seamos incapaces de ponernos de acuerdo ni siquiera en lo local no quiero soñar pensando en lo universal. Sobre todo cuando las teorías diseñadas para la felicidad del "género humano" han resultado una estafa, no sólo de medios, sino también de vidas.
Aplicado a las centrales, estoy de acuerdo. En países donde el robo es la norma y la ignoracia un pasaporte al poder, aterra dejar tanto poder en manos de incapaces. Por eso, lo mejor sería un consejo mundial de ancianos sabios. Pero, eso ya lo hemos visto en el cine, y tampoco funciona, ni siquiera con túnicas.
Así que, o nos sacrificamos como nación por si acaso explota la cosa, o nos arriesgamos a que nos vuelvan a dar aceite de colza. Yo me arriesgo. Como cada vez que me subo al coche.
Con todo mi afecto, querido.
Comprendo, amigo Alfredo, el alcance de su inteligente pragmatismo. Comprendo igualmente que es muy difícil advertir que una central nuclear tenga alguna dimensión de índole espiritual como difícil es cuestionarse la conveniencia de aceptar la máxima de dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, sin más.
Igualmente evidencio implícito en su comentario el respeto hacia mi punto de vista, aunque no lo comparta. No me sorprende, se lo agradezco.
Pero el cuerpo me pide en estos momentos, en los que tantas personas han sido borradas del mapa de manera tan atroz y por la fuerza de la naturaleza, recogerme asolado en este cuerpo de trascendente espíritu que somos, al igual que hacen otros millones en sus templos, mezquitas, sinagogas, etc., para ver en esas fuerzas del universo algo más que una herramienta y así insinuar una especie de idílica oración, tan solo un atisbo de iluso deseo. Puede que sea por lo que implican las palabras “central” y “nuclear” por separado.
Así es también este admirador suyo. Me temo.
Hecho el recuento, me declaro derrotado por aplastamiento, por lo que sólo me queda el consuelo de unas letras de un escritor amigo:
"..entornó los ojos, adormilado por el licor y las caricias, percibiendo el peligro. Una fuerza inexplicable le impedía reaccionar y se dejó hacer sintiendo cómo los de dedos de ella, se acercaban al lugar en donde nacía la vida. Se había encabritado al notar sus uñas arañando la base; sus cabellos caían ahora sobre su abdomen y notó una humedad que le succionaba. Pudo haberlo impedido pero se ofreció levantado su pubis. Notó como sus dientes le rozaban hasta hacerle daño. Placer y dolor se mezclaban incontroladamente hasta que él notó que le faltaba el aliento mientras un reguero de sangre teñía de rojo la alfombra. Su polla yacía al lado del mando a distancia." C.L.S.
D. César, siento haberle dado a usted con todo lo gordo. No era mi intención hacerle pasar un mal rato.
De todas maneras, a la vista de como evoluciona la cosa, se me seré fusilado al amanecer por los antinucleraes. Así que le recomiendo a usted que se oculte en la catacumbas de los pronucleraes y que no asome el pico.
Yo, en el mejor de los casos, espero la inyección letal, amigo mío.
Perdón, que lo había olvidado, D.César.
Me encanta esa chupada que usted describe y su final mucho más épico que una mía en la que la muchacha, ahogada por los empujones, devuelve sobre la polla del menda medio kilo de alubias de Tolosa en fermentación.
No compare, lo suyo es Troya y lo mío Torrente. Abrazos, amigo mío.
La cosa se nos pone mal a los pronucleares. Descripción breve del panorama energético actual para buscar soluciones, verán que hay poco o nada en mi articulo de hoy:
http://sostratocontratodos.blogspot.com/2011/03/el-lento-camino-al-infierno.html
D. FJavier, si usted no existiera yo estaría rogando a Dios para que fuera creado pronto. Es usted imprescindible. Créame. Lo necesito.
Más ahora que, esperando piedad, vengo a poner el cuello bajo su hacha.
Parece que se ha jodido el invento. Parece que se está escapando lo que no debe crujirnos la vida. Parece que 50 heróicos ingenieros kamikace intentan contener el daño, seguramente, ofreciendo a cambio sus vidas.
Parece que el sintoísmo ayuda a que los japoneses, hasta el momento, enfrenten la tragedia de una manera ejemplar.
D. FJavier, ha sido un terremoto y un sunami. Usted lo sabe. Los políticos harán parón nuclear porque la opinión pública está traumatizada. Como aquí se debieron parar las elecciones tras el 11-M. Como se detuvo momentáneamente la carrera espacial cuando se desintegró el trasbordador Challenger.
Luego los errores se subsanarán y se seguirá adelante. Imposible parar y lamento tener que decirlo en estos momentos en los que la incertidumbre pesa como una losa.
Esté seguro de que le hablo desde el respeto y sin animus injuriandi, amigo mío, al final, creo que podríamos compartir sin ningún problema cualquier bote salvavidas.
Perdón, Monsieur de Sans Foy, porque en el tumulto se me había ocultado su comentario.
Como creo que en estos mmomentos no le hago un favor dándole tres cuartos al pregonero con él, si le parece, y por evitarle males mayores, voy a ser breve.
Estamos jodidos, querido, sólo a usted y a mi se nos ocurre mostrarnos impúdicamente a favor de la energía nuclear cuando en Japón la cosa se pone peor cada día.
Quizás ha llegado el momento de correr a la sede de los Verdes y conseguirnos un carnet que nos sirva de salvoconducto para que, cuano vengan a buscarnos, intentemos hacerles creer que éramos provocadores infiltrados.
Tampoco estaría de más que guarde en su cartera una foto dedicada de Zapatero, el paralizador de Garoña. Y, no puedo decirle más, ahora que cada perro se lama su cipote, hay que sobrevivir, amigo. Buena suerte.
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