viernes, 6 de mayo de 2011
Batasuna, Bildu y el PSOE dinamitan una Justicia de partidos
Sin palabrería. Se ha consumado la trágica burla. España otra vez partida en dos. Gracias al PSOE, a su cómplice el PP y a los lacayos de ambos en el Tribunal Constitucional, tendremos más terroristas en las instituciones. El pesimismo de la Generación del 98 será una juerga comparado con lo que nos aguarda. URNAS o CALLE. Si es que todavía sirven para algo.
*Gracias, Dª Nazaríes, por corregir mi burrez, URNAS, coño, y salgamos a la calle con las víctimas.
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10 comentarios:
Perdón por esas HURNAS con H, me acab de avisar Dª Nazaríes, y sólo puedo decir que se debe a la mala hostia que cargo. Lo lamento, amigos.
Todos estamos de mala hostia hoy D.Alfredo..pero tampoco me ha pillado de sorpresa..
Y menudo susto me he llevado al leer Urnas con h...bueno le voy a dar un pescozón y castigarlo a escribirlo 100 veces..
Saludos
Esa H que se le ha colado sería por estar pensando en Hetairas o sinónimos.
Aberrante y nauseabunda sentencia la que han perpetrado (sí, ya sé que sólo se perpetran delitos...)
Las putas al poder, que los hijos ya lo están.
La sentencia del TC de ayer pone de manifiesto dos cosas:
a)El Constitucional ha dado vía libre a que pueda repetirse el tremendo error que supuso hace cuatro años permitir la entrada en los ayuntamientos vascos y navarros de ANV, los mismos complices de los asesinos que Bildu y que, con el tiempo, se acabaron quitando la careta y poniéndose el capuchón para ejercer de voceros de las proclamas de ETA.
b) En España no hay Estado de Derecho.
Está podrido.
Y lo digo con todo el dolor de mi corazón en mi condición de jurista.
La independencia judicial se acaba en los juzgados de 1ª instancia.
A partir de ahí, según se va subiendo en el escalafón, la politización nauseabunda, los intereses, las deudas, las servidumbres, convierten a los Tribunales en farsas, en un vulgar remedo de lo que debe ser una Administración de Justicia independiente.
Ya le he dicho, Sr. Francés, que acato siempre las sentencias de los tribunales en aras a unas reglas de juego que nos hemos proporcionado. También le he dicho que la justicia es hermana siamesa de la política y ni dios ni Montesquieu van a conseguir separarla. Lo dice muy bien Dña Natalia, hay demasiados intereses incardinados en los nombramientos. Y tanto el gobierno como Obama no guardan las formas, el uno cuando le dice a PNV que espere un momentito, que la van a peinar y el otro cuando dice que " no estaba armado pero se defendió". Nadamos entre la basura de la manera que podemos, porca miseria.
El Tribunal Constitucional nos dice que estos no son gigantes, que son simples molinos de viento. De acuerdo, pero entonces, ¿de dónde han salido tantos muertos? Porque aquellos que están por morir, los que suelen decir verdades, les señalan a ellos.
En cualquier caso, la verdad sobre este asunto –que bien pudiera ser una sorprendente metamorfosis de la mentira- no es lo prioritario para mí. Algo hay tan inopinable como evidente: el vergonzoso espectáculo que está dando nuestro Estado mal llamado de derecho. Contradicciones, desautorizaciones, politiqueos, falta de garantías. Una auténtica vergüenza. De nuevo.
(PD.: Doña Natalia, me consta que los juzgados de primera instancia son una auténtica calamidad, donde la palabra justicia es sólo un pretexto, cuando no una coartada.)
Menuda comedia: civiles buscando pruebas y abogados del estado y fiscales defendiendo la ilegalización para acabar muriendo ante la banda de los seis. Lo mejor, sin duda, lo de apurar los plazos. Qué país, Miquelarena.
La H era de H. d P. Le traicionó el subconsciente, Don Alfredo.
Muy bien, Don Alfredo, por este texto. Aún sin entrar en otras valoraciones, yo veo que hay algo que no me encaja: La Justicia debe ser en España un cachondeo, como ya dijo alguien mucho más conocido que yo, porque no es de recibo que el Tribunal Supremo decida una cosa y el Tribunal Constitucional decida lo contrario, sin que haya habido nuevas aportaciones ni cambio de las circunstancias.
Quienes tenemos algo de Cultura y hemos leído alguna cosa, creemos en el Principio de Contradicción: No puede ser verdadera al mismo tiempo una cosa y la contraria.
Y, el que no se lo crea, que recurra a Aristóteles, y ¡coño!, que lo haga leyendo el original Griego, para evitar más interpretaciones.
Le envío, Don Alfredo, mi solidaridad con lo que escribe, que yo suscribo en su totalidad.
Un abrazo,
Antonio
D. Alfredo: Cuando la bomba explote, -porque explotará-, dirán que el detonador lo activó el PP. Y, como ya dejé dicho en otro blog: “No son más listos porque no estudian, total ¿para qué?, si algunos jueces ya les han dado el aprobado”.
Un abrazo.
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