Presidente Honorario: D. Santiago González
Socio Fundador: Alfredo García Francés
Tesorera y Dirección Técnica: Dª Ostra
Vocero: El Vocero
Recordar y honrar la memoria de la tertulia del Bar “La Concordia” y de sus socios, agrupados en el “Bilis Club” bilbaíno. Esta asociación fue fundada por mi padre, el Dr. José Luis García Espinosa, y acogió un grupo de sus íntimos amigos, todos de reconocida y probada mala leche.
Tuve el dudoso honor de ser nombrado socio honorario de dicho Club y, aunque no se recuerda el motivo concreto, según parece, a la tierna edad de 9 años ya apuntaba maneras. Gracias a este privilegio, cualquier propuesta de ingreso no prosperará con mi veto.
Mediante votación quincenal, o así, entre los socios, se elegirá al personaje que, por su carencia de escrúpulos, falta de honradez o simple necedad haya producido el comentario más brillantemente ácido.
Nunca será premiado con el Bilis Club o el premio Mármol el buenismo impenitente, la maldad recalcitrante, el tocahuevismo full time ni el corta y pega irredento. Los premios podrán ser concedidos en bloque a un sólo personaje o individualmente a varios presuntos merecedores. También podrá ser declarados desiertos por falta de materia prima, catástrofe natural o desaparición del Estado.
Los nuevos socios se irán incorporando a propuesta de los antiguos, siempre tras la publicación de un escrito rebosante de especial mala leche, crónicas que dejen en pelotas a Pio Baroja, o frases que merezcan ser esculpidas en mármol.
La creadora del LOGO del Bilis Club ha sido Dª Ostra y todos los socios, simpatizantes y aspirantes a la membresía están obligados a felicitarla por su mucho arte.
Monsieur de Sans Foy, trabaja incansablemente en la creación de un HIMNO que, estoy seguro, tanto por su música como por su inspirada letra, todos entonaremos con orgullo en futuras manidas tenidas. Se aceptan enmiendas. Pero pocas.
1 comentario:
Quiero hacer exhibición de algunos méritos, para que se estudie mi entrada en el Bilis Club, si la Junta Directiva considera que reúno los méritos suficientes. Vamos a ello.
Declaración de Principios
I) Hasta ahora he sido una persona honrada, trabajadora, de buena fe y mejores pensamientos. Nunca he cometido ningún delito. En mi infancia y adolescencia me confesaba una vez cada quince días, y el cura me decía que era demasiado, que yo no tenía pecados, y que no hacía falta tanta confesión. Jamás he engañado a nadie, jamás me he apropiado de nada que no sea mío. No me han proclamado santo porque aún estoy vivo, y esa condecoración sólo se le concede a los muertos. Y así sucesivamente.
II) Tras una larga reflexión, me he dado cuenta de que he sido un imbécil, porque los que se dedican a la mentira, al latrocinio, al embuste, al vivir sin trabajar, al robo, al adulterio, al pecado en su acepción más amplia, a la adulación insensata, al vivir del cuento, al no pegar ni golpe, al engaño, a la maldad y las fechorías, etc., etc. ,viven mucho mejor que yo.
III) En consecuencia, en un acto de supervivencia, un acto inteligente y honesto, declaro formalmente que voy a dejar de ser el que era para ser el que no he sido.
IV) Espero que estos méritos sean suficientes para que se admita mi ingreso en un Club, en el que lo único que se premia es la maldad y el engaño.
Firmado: Don Antonio Martín Ortiz
Publicar un comentario