
Tres años sin vernos y al recoger el equipaje
choco de frente contra los preciosos senos de mi querida Andrea. Nuestra alegría colombiana ha
caldeado hoy la mañana de Schiphol. ¿Cuántas posibilidades había para que la suerte
propiciara este encuentro? El mejor augurio para
comenzar un viaje. Gracias, Andrea, tus abrazos y oraciones me
guiarán, amiga.
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