Estoy en
La Alcolehuela y llueve. Desayuno pan integral con tomate y queso, café y zumo de naranja y
todo me sabe delicioso entre amigos. Voy a charlar con mi vecina
la ganadera para coordinar los trabajos cuando no llueva y rompa la primavera. Pienso en
mi novela. In mente un
asesinato, un
escondite en el monte y un
recorrido con el cadáver. La casa huele a
leña quemada y a
potaje de vigilia.
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