Hoy se celebra la Última Cena y la institución de la Eucaristía. El Santísimo Sacramento quedará abierto a la vista de los fieles en un altar despojado de todo adorno. Las procesiones y las tres caídas del Hijo de Dios. Por la noche la Adoración y la Hora Santa.
El Cristo de Mena, llamado de la Buena Muerte. Trasladado por La Legión el Jueves Santo en Málaga.
Nuestro Padre Jesús Nazareno El Pobre y María Santísima del Dulce Nombre, el Divino Cautivo, Jesús del Gran Poder, y la Virgen de la Esperanza de la Macarena, son mis procesiones de descreído en Madrid.
María Santísima de la Esperanza Macarena. La madrugá en Sevilla. ¡Dios mío, cómo envidio a los creyentes!
10 comentarios:
Yo soy medio creyente, pero siempre me emociona la Semana Santa, es algo que va más allá del folklore. Resabios de mi educación católica.
Que pase un buen fin de semana y que Dios le bendiga.
Magnífica entrada. Pero para pasión la que tenemos en el paisito, que además se celebra la revelación de San Sabino y andan los nacionalistas desasosegados por la pérdida de la patria (de la patria no de los puestos).
Salud.
Yo también les envidio.
Me uno a a felicitación de Don Rubín. La entrada es magnífica.
En cuanto a la envidia a los creyentes, "créame" que no la comparto. No es necesario ser creyente para tener una o varias experiencias espirituales. Es diferente, pero no por ello menos intenso...
Son días muy especiales para el mundo cristiano y católico en particular; y precisamente es esa universaidad cristiana y católica la que nos permite disfrutar de sus eementos espirituales e introspectivos, sea uno "totalmente creyente", "medio creyente" o "nada creyente".
Un cordial saludo, Don Alfredo.
Le digo lo mismo, Dª Lola, pero, sobre todo, le agradezco su bendición señora. Mi cariño para usted, Doña.
Gracias, D. Rubin, estos días no tengo ganas de hablar de pendejos. Tiempo habrá.
Dª Menda, usted y yo somos un par de envidiosos, vamos a ir al infierno de patitas. Un abrazo, Doñita.
D. Rogelio, mil gracias por sus palabras tan afectuosas.
Ya verá que era un manera de hablar o, mejor dicho, de escribir. En otra entrada estámejor aclarado el tema de la envidia.
Como siempre, amigo, ha sido un placer recibirle aquí y leer sus comentarios cargados de sensibilidad y sentido común. Gracias.
MIRE USTED, MAESTRO. RESULTA QUE NO LE CREO.QUE NO CREO QUE USTED TRAS LO QUE HA VISTO, NO SEA CREYENTE. Y SI NO LO ES. DEBERÍA DAR ALGUNAS CLASES A LOS GILIPOLLAS QUE TENEMOS POR PODER ELEGIDO.
QUÉ TIPO ES USTED. COMO MI PADRE Y SUS AMIGOS, QUE POR DESGRACIA NO EXISTEN. Y QUÉ EJEMPLO, MAESTRO, QUÉ EJEMPLO PARA LOS QUE VINIMOS DESPUÉS.
¿Y EL PODER PARA PRESENTARLE?
BUENO, YA SÉ, COMO ES DE NOBLE CUNA.OLVÍDESE USTED DEL PODER.
D.Hatoros, usted debe pensar,como yo mismo a veces, que si no soy creyente me falta poco. Pero, aunque no desisto, me falta mucho.
Completamente de acuerdo con su desprecio, D.Hatoros, a quienes nos gobiernan sin respeto, queriendo borrar de nuestra memoria siglos de tradición cristiana.
Si algún día le apetece, por favor, cuénteme la historia de su padre y sus amigos.
Un gran abrazo para usted, amigo.
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